Cuando atravesamos la puerta de entrada del convento de Santa Paula y ponemos pie en este recinto de paz y luz lo hacemos por el compás de los locutorios y por el patio, posiblemente, más antiguo del recinto.
El patio tiene forma rectangular y las edificaciones que lo rodean tienen un cierto desorden que lo hacen aún más atractivo para los visitantes que se interesan por su historia, entre otras cosas porque, aunque el convento ha sufrido ampliaciones, modificaciones y restauraciones importantes, se ha conservado la estructura original de este patio en la mayoría de las ocasiones.
Esta zona debe ser el núcleo más antiguo del convento que fundara doña Ana de Santillán. Esta construcción puede ser fechada en torno a 1546 aproximadamente ya que esa es la fecha que podemos leer en un azulejo sobre la puerta de la clavería.
A través de sus puertas se puede acceder a la propia Clavería, a la capilla del Sagrado Corazón, a la tienda donde se pueden comprar las famosas mermeladas de Santa Paula, a otras dependencias menores junto a la tienda, a la planta superior a través de una escalera adosada a la pared sur o al recinto museístico por una escalera moderna pero que se construyó de forma que no desentonara con el entorno.
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