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domingo, 25 de noviembre de 2012

Las estatuas del Pabellón de Marruecos.



Ayer comentábamos que en la Glorieta de la Concha se habían colocado cuatro nuevas estatuas sustituyendo a las originales que sufrieron diversos daños por la acción de los vándalos.
Pues bien, estas originales (aunque no puedo asegurar que todas lo sean) están guardadas en un recinto cerrado, en el patio central del Pabellón de Marruecos para la Exposición Iberoamericana de 1929.
Si nos acercamos a ellas podemos ver los daños sufrido y las restauraciones después realizadas. Estas estatuas, también como dijimos ayer, fueron traídas de Italia y son del siglo XIX.


El invierno es de las mejor conservadas.


La primavera sufría una fractura en el cuello de la estatua, como puede verse.


El verano.


El otoño, aparentemente, fue la peor parada, con fractura en ambos brazos y cuello. 

sábado, 29 de septiembre de 2012

La Exposición Iberoamericana de 1347.



Una de las curiosidades que podemos ver en el Pabellón de Marruecos de la Exposición Iberoamericana de 1929 es la inclusión de un número en dos lugares privilegiados de la fachada.
Sobre el dintel de la puerta principal nos encontramos este azulejo en el que aparece el número 1347. A la derecha de dicha puerta y señalando la identificación de los técnicos que hicieron posible la realización de este edificio, aparece un azulejo con el mismo número.
Bien, a primera vista este número no nos dice nada, sin embargo si investigamos un poco llegamos a la conclusión de que ese número refleja la fecha de 1929 en el calendario musulmán que, como ustedes saben, tiene origen en la Hégira.
Hégira (en "hiyra") indica el traslado de Mahoma. Es la emigración de los musulmanes de La Meca a Medina, ocurrida en el año 622 de la era cristiana. Dicho evento marca en el mundo islámico el año primero. Los musulmanes en el año 632 decidieron tomar el primer día del año lunar en el que se produjo la Hégira (16 de julio de 622) como referencia para su calendario.
En el año 639 d. C., el califa Umar oficializó el año de la Hégira como el primero de la era musulmana. En consecuencia, el 622 d. C. se convirtió en el 1 en el calendario musulmán.


Pero como también ustedes se habrán dado cuenta, si a la fecha cristiana de la Exposición (1929) le restamos 622 años, el resultado es 1307 y no 1347 como aparece en los azulejos. ¿Cómo esto es posible?
La diferencia está en que nosotros nos regimos por un calendario solar de 365 días y los musulmanes se rigen por un calendario lunar de 354 días, 8 horas, 48 minutos y 38 segundos, por lo que sus 33 años equivalen a 32 años solares, 4 días, 18 horas y 48 minutos. 
Sin embargo, por practicidad, como nosotros hacemos con los años bisiestos, ellos intercalan también 11 años de 355 días en cada ciclo de 30 años.
Para hallar el año exacto, grosso modo, deberíamos hacer lo siguiente. 
Por un lado, restar a 1929 la cantidad de 621 (sí, no es un error, el año 622 ya es año 1). El resultado es 1308. 
A este año hay que sumarle el resultado de dividir 1308 entre 33 años (hay datos correctores que vamos a obviar en este simple cálculo). El resultado es 39. 
A 1308 se le suman los 39 años y el resultado es ¡voilà! 1347, el año de la Exposición Iberoamericana de 1929.
Espero que les haya gustado y hayan aprendido algo nuevo con esta entrada.

jueves, 9 de agosto de 2012

El patio del Pabellón de Marruecos.



Para la Exposición Iberoamericana, el gobierno español dispuso que las colonias españolas (Guinea y Marruecos) dispusieran de un pabellón propio para difundir ambas culturas.
En la Avenida Moliní se encuentra el Pabellón de Marruecos, un pequeño recinto donde, desde el punto de vista arquitectónico, nos adentramos en una mezcla entre mezquita y casa señorial de Tetuán, Fez o Casablanca.
El patio es el centro del pabellón, desde el cual se distribuyen las demás estancias. todo el suelo es de mosaico y en el centro del mismo hay una fuente con la pila semienterrada.
Sus puertas, sus ventanas y el techo de madera labrada nos transportan a cualquier ciudad norteafricana.
Como el viaje sería más costoso, quizá podamos acercarnos a este pequeño pabellón y hacernos una idea de la belleza artística marroquí.


For the 1929 Latin-American Exhibition, the Spanish government arranged that the Spanish colonies (Guinea and Morocco) were having an own pavilion to spread both cultures.
In Avenue Moliní we finds the Pavilion of Morocco, a small enclosure where, from the architectural point of view, we see a mixture between a mosque and Tetuán, Fez or Casablanca's lordly house.
The court is the center of the pavilion, from where other stays are distributed.
The floor is a beautiful mosaic and in the center of the same one there is a water fountain.
Their doors, windows and the ceiling of carved wood transport us to any North African city.
Since the trip would be expensive, probably let's be able approach this small pavilion and to get an idea of the artistic Moroccan beauty.

miércoles, 14 de abril de 2010

¿Te vienes a Marruecos?




Unos de los edificios emblemáticos de la Exposición Iberoamericana de 1929 fue este edificio blanco-blanquísimo que reluce junto a la Avenida de la Palmera en el Jardín de las Delicias. En esta exposición hubo pabellones de todos los países iberoamericanos y de algunas colonias españolas en África, como parte de Marruecos o Guinea.