Todas las Hermandades de la Semana Santa de Sevilla que hacen la Carrera Oficial deben entrar en el Templo Catedralicio. Allí, junto a la portada de la Asunción, les espera el "Candelabro de las Tinieblas" o "Candelabro Tenebrario".
El candelabro de tinieblas o tenebrario de la Catedral es una obra magna realizada en bronce de 7,80 metros de altura, ejecutada entre 1559 y 1564. Fue diseñada por el arquitecto Hernán Ruiz II, Maestro Mayor de las catedrales de Córdoba y Sevilla, y fundida por los rejeros Pedro Delgado y Bartolomé Morel.
Los entalladores Juan Gitralte y Juan Bautista Vázquez el Viejo y el policromador Juan Marín realizaron las esculturas de madera que lo rematan y sirven de base a los cirios, que eran de ocho libras. Representan al apostolado, a los evangelistas Marcos y Lucas y a la Virgen en la cúspide.
El tenebrario (Candelabro del Oficio de Tinieblas) en su versión final canónica tiene quince velas: nueve de los tres salmos de cada uno de los tres nocturnos de maitines, más cinco de los cuatro salmos y el cántico del Antiguo Testamento de laudes y una del cántico evangélico de laudes: el Benedictus.
Cuando se impone la interpretación alegórica, a este candelabro se le da también un rico simbolismo: su forma triangular recuerda a la Santísima Trinidad; las primeras catorce velas representan a los once Apóstoles y a las tres Marías; la luz de la cúspide representa a Cristo, que acaba venciendo las tinieblas del pecado y de la muerte, o la Virgen María, que siempre creyó y esperó el triunfo de su Hijo.