En la fachada de la Hostería del Laurel, sobre la puerta de entrada, podemos ver este retablo cerámico dedicado a la Virgen de los Mareantes, imagen que tiene bastante similitud a la que vimos en la entrada anterior.
El retablo fue realizado en 1940 por Pedro Navia, cuyo nombre aparece bajo el barco de la derecha.
Sin embargo, existen algunas diferencias respecto al original de Alejo Fernández.
Por ejemplo, en este azulejo de la Hostería del Laurel no aparecen dos de los barcos que pintó Alejo Fernández en su cuadro, uno de ellos el que llevaba el pendón blanco y verde.
Tampoco aparecen los cuatro santos a los lados del retablo y han sido sustituidos por estas formas grotescas más decorativas que simbólicas.
Cuenta la historia que cuando se abrió La Hostería del Laurel estaba de máxima intensidad la moda de derribar edificios históricos de Sevilla para construir otros más modernos. Eran buenos tiempos para los anticuarios y buscadores de joyas abandonadas. Así en la decoración de la hostería se utilizaron varilosos materiales provenientes de derribos, entre ellos, este azulejo de Pedro Navia con la imagen de la Virgen de los Mareantes.