En el Callejón del Agua, una de las estrechas calles de la Judería sevillana, podemos ver esta placa dedicada a Washington Irving, uno de los incansables viajeros y novelistas que ha dado los Estados Unidos de América. Entre 1842 y 1845 fue embajador de este país en España.
Sus largas estancias en España le llevaron a conocer profundamente la historia y la literatura española y a identificarse de tal modo con su espíritu, que llegó a ser un hispanista de la más alta calidad, y seguramente el primero en la historia de su país.
Entre sus obras destaca "Cuentos de la Alhambra" donde refleja su amor por Andalucía.
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In the Water Street, one of the narrow streets of the Sevillian Jewry, we can see this plate dedicated to Washington Irving, one of the tireless travelers and novelists that the United States of America has given. Between 1842 and 1845 he was an ambassador of this country in Spain.
His long stays in Spain led him to knowing deeply the history and the Spanish literature and to identify himself with his spirit, which managed to be a Hispanist of the highest quality, and surely the first one in the history of his country.
Between his works it emphasizes "Stories of the Alhambra" where he reflects his love for Andalusia.