Casi al final de la calle Santa Teresa y muy cercano a la Plaza de Santa Cruz nos encontramos con este rótulo sobre el arco de una cancela estrecha y muy tupida.
La cancela esconde un pasillo estrecho que es uno de los rincones más escondidos del propio Barrio de Sant Cruz.
Este adarve o azucaque no es ni más ni menos que un callejón ciego al que se le dio el nombre de Las Moradas por estar colindante con el Convento de Santa Teresa. "Las Moradas" fue el último libro que escribió Santa Teresa de Jesús en 1577, obra destacada de la mística cristiana y de la prosa del Siglo de Oro.