En la Calle Zamudio y sobre uno de los deteriorados muros del Convento de San Leandro, podemos ver este azulejo dedicado a Santa Rita de Casia, patrona de los milagros imposibles.
La tradición milagrosa de Santa Rita de Casia y el fervor que despierta en sus cultos todos los días 22 de cada mes, en la novena y en su función principal propiciaron la idea de instalar un retablo cerámico con su imagen con el fin de perpetuar su presencia en el ámbito público y facilitar así su culto externo.
La pieza es un interesante retablo compuesto por 70 baldosas cuadrangulares que alcanza unas medidas aproximadas de 1,05 x 1,50 metros. Fue realizado por la célebre Fábrica de Cerámica Santa Ana situada en Triana durante la década de 1950. Representa la imagen de Santa Rita que se custodia en el interior del templo conventual sobre fondo amarillo y enmarcado por una cenefa de roleos vegetales y rocallas con una cartela al pie: “Sta. Rita de Cacia, abogada de lo imposible”.
Santa Rita de Casia, en italiano Rita da Cascia, bautizada con el nombre de Margherita Lotti, fue una religiosa italiana y una de las santas más populares de la Iglesia católica. Su nombre es probablemente una abreviación de Margherita. Sus símbolos representativos son las rosas, los higos y las amapolas.
Bajo su imagen hay un agujero en la pared para depositar una limosna a las monjas agustinas que rigen el convento.
Así quedó el retablo cerámico de Santa Rita de Casia tras la restauración. En julio de 2013 se produjo el desprendimiento de seis piezas del retablo, una situación que evidenció el estado de conservación tan deficiente que presentaba la fachada donde se encontraba.