Paseando por el barrio de Santa Cruz y visitando uno de mis rincones favoritos en la confluencia de la calle Lope de Rueda con Reinoso, reparé en la variedad de la gastronomía sevillana a través de las pizarras del restaurante "El Rincón de Murillo".
Aunque se esté perdiendo en favor de las cartas en papel o el famoso código QR ya casi impuesto por la pandemia, algunos bares guardan la tradicional pizarra donde exponen la variedad de manjares que ofrecen a su clientela de la forma que tradicionalmente se hizo en nuestra ciudad durante siglos, con tiza blanca sobre pizarra negra.
Tradiciones como ésta o la de apuntar la cuenta en la misma barra se están perdiendo y, por esta razón, con este post me gustaría hacerle un homenaje a aquellos que a pesar de las tendencias más modernas son guardianes de las tradiciones de nuestros bares.