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miércoles, 2 de junio de 2021

El doble Via Crucis del Convento de Santa Rosalía.

 

En la entrada a las dependencias del Convento de Santa Rosalía que pertenece a la religiosas clarisas capuchinas de Sevilla nos encontramos un doble Vía Crucis en azulejos del siglo XVIII cuyo interés no sólo viene dado por su antigüedad, sino también por estar colocado uno sobre el otro, de manera que el nuevo (de sólo una pieza cerámica) ha sido colocado en lugar de la pieza cerámica central del antiguo azulejo de nueve piezas colocadas en disposición de 3 por 3.


Este convento de Santa Rosalía se empezó a construir en los albores del siglo XVIII por el arzobispo de Sevilla don Jaime Palafox. En 1761 sufrió un enorme incendio, perdiendo gran parte de su construcción y enseres, un año más tarde se comenzaría su reconstrucción.


Los azulejos del Via Crucis más antiguo está incompleto en cuanto a piezas se refiere y es de suponer que por el deterioro sufrido cuando el incendio, solo se pudieran salvar parte de los azulejos. 

No obstante al haberse conservado un número elevado de éstos se respetó y quedó como testigo de lo sucedido. Los restos del mismo evidencian que se trata de un Vía Crucis basado en los modelos clásicos de la época, que en gran parte obedecían a un tipo prefijado. En este caso la red modular obedece a tres filas de tres azulejos cada una.  

También podemos observar como a diferencia de otros de la época, está realizado en azul sobre blanco, como el de la iglesia arcense de San Francisco.

En 1769 se hizo un nuevo Via Crucis, en este caso de una sóla pieza y realizado con los colores típicos de la época (ocre, verde musgo, amarillo, azul y pardo). Se trata de una miniatura y las escenas, en su mayoría desprovistas de cualquier ornamento ajeno al momento que se representa, disponen de una composición distinta a las del anterior.


Podemos también comprobar como el modelo del primer Vía Crucis, no se ceñía escrupulosamente al de Jerusalén por tener la primera de las escenas alterada (Jesús flagelado en vez de la Sentencia de Cristo) y a la hora del cambio, fue sustituido por el otro, que si era fiel a dicha representación.



Las piezas del Vía Crucis más moderno tienen unas medidas de 12,5 x 12,5 cm y están enmarcadas por una sencilla línea azul. En la zona inferior se encuentra un margen en el que bien se indica el número de la estación, bien se coloca el nombre de la misma. 

Por su parte, las piezas antiguas no se encuentran numeradas. Curiosamente las escenas no se han colocado en el mismo orden sobre las primitivas, así sobre la primera de éstas, que era un Jesús atado a la columna se incrustaron dos azulejos, uno perteneciente a la estación catorce y otro que muestra una escena posterior como es la cruz con el santo sudario, devoción muy extendida. 



Analizando el que podría denominarse modelo antiguo, podemos indicar que las piezas 4,7,8 y 9 pertenecen al original, las piezas 3 y 6 del original, sin duda dañadas, fueron reemplazadas por azulejos planos de época y las piezas 2 y 5 se sustituyeron por dos nuevos azulejos en cuya zona inferior se indicó la fecha de ejecución del modelo nuevo.

Analizaremos la correspondencia entre las estaciones del antiguo y nuevo modelo, los azulejos que perviven del modelo primitivo, las piezas desaparecidas y sustituidas por azulejos de época y los azulejos mal colocados, para ello mostramos a continuación esta tabla.


En casi todas las estaciones (en realidad todas menos la 1), del primer Vía Crucis, las piezas 1,2,3 y 4 permanecen intactas, no conservándose obviamente y por sustitución de las piezas por las nuevas ninguna central (5). Sobre el total de las piezas antiguas encontramos 19 piezas sustituidas por azulejos de época que corresponden a 11 estaciones distintas. 

Además existen una serie de azulejos que sobre las estaciones primitivas no se encuentran ubicados en su posición exacta así en la estación 14-15 (1 del más moderno) las piezas 7 y 9 están intercambiadas y alteradas en su posición, en la estación 10 (7 del más reciente), sucede lo mismo con los azulejos 1 y 3 y las piezas 1 y 7 de la estación 12 también presentan cambio de ubicación, por último en la estación 14 la pieza 1 pertenece a otra ubicación.
























Esta información ha sido recogida del portal retabloceramico.com

miércoles, 21 de diciembre de 2011

La abogada de los enfermos.



En esta época navideña en la que todos expresamos nuestros mejores deseos para los que nos rodean en nuestra vida diaria no está de más de que nos acordemos de los que sufren, personas anónimas que tienen una salud precaria y necesitan de la ayuda de los demás.
Hoy le traemos también una pizca de ayuda divina acordándonos de Santa Rosalía, abogada de los enfermos, cuyo retablo cerámico lo podemos ver en la Calle Cardenal Spínola, en una de las fachadas del convento del mismo nombre.
Este azulejo fue elaborado por Antonio Muñoz Ruiz hace aproximadamente setenta años.
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In Christmas time in which we we express our better desires for those who surround us in our daily life it is a goog idea to remember to the people who suffer, anonymous persons who have a precarious health and need the help from the others.
Today we bring also a piece of divine help remembering to Santa Rosalia, defender of the patients, whose ceramic altarpiece we can look at in Cardinal Spínola Street, in one of the front wall of the convent of the same name. ç
This ceramic was elaborated by Antonio Muñoz Ruiz approximately seventy years ago.