La rivalidad futbolística de nuestra ciudad ha sido llevada a lugares inverosímiles, desde el detalle más pequeño en un paso de Semana Santa como es el caso del misterio del Polígono de San Pablo: el paso de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado, que lleva tallados los escudos centenarios del Betis y del Sevilla; hasta el más grande com puede ser una portada de feria.
Por tanto no nos extraña que en el suelo de Sevilla podamos distinguir también a los símbolos más representativos del fútbol sevillano, los escudos (hay que echarle imaginación a algunos) del Sevilla y del Betis.
Estos de hoy (ya les digo que hay que echarle mucha imaginación) son los dos ejemplares que vemos en el empedrado de la cuesta Joaquín Romero Murube. Arriba el sevillista, abajo el bético.