¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
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domingo, 29 de marzo de 2015
La Virgen de la Hiniesta.
El paso de la Virgen de la Hiniesta, precedido por la Corporación Municipal, iba acompañado de la Banda de Nuestra Señora del Carmen de Salteras y por una algarabía de fieles que le daban calor y alegría a la Virgen sevillana.
El Cristo de la Buena Muerte
Pasando por la calle Feria, el paso del Cristo de la Buena Muerte de la Hermandad de la Hiniesta guiaba a la cofradía hacia la Catedral acompañado por María Magdalena.
Las tallas del Cristo y la Magdalena son ambas de Antonio Castillo Lastrucci.
domingo, 25 de agosto de 2013
¡Cuán ingrato sería...!
La frase que vemos en este azulejo la he visto reflejada en multitud de ocasiones, sobre todo, a las entradas de edificios religiosos o de culto, donde un saludo a la Virgen María es considerada como la forma más cariñosa que se puede tener con los que allí moran.
Éste que pueden ver pertenece al patio del despacho parroquial de la Iglesia de San Julián.
¿Y por qué este saludo? La respuesta la tenemos en el Evangelio de San Lucas que en su capítulo 1, versículos 26-38 narra el encuentro del Arcángel Gabriel con María de esta manera:
"En el sexto mes fue enviado el ángel Gabriel de parte de Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazareth, a una virgen desposada con un varón de nombre José, de la casa de David, y el nombre de la virgen era María. Y habiendo entrado el ángel donde ella estaba, le dijo: Dios te salve, llena de gracia, el Señor es contigo, bendita tú entre las mujeres.
Ella se turbó al oír estas palabras, y consideraba qué significaría esta salutación. Y el ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios: concebirás en tu seno y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande y será llamado Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará eternamente sobre la casa de Jacob, y su reino no tendrá fin.
María dijo al ángel: ¿De qué modo se hará esto, pues no conozco varón?. Respondió el ángel y le dijo: El Espíritu Santo descenderá sobre tí y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que nacerá de tí, será llamado Hijo de Dios. Y ahí tienes a tu pariente Isabel, que en su ancianidad ha concebido también un hijo, y la que era llamada estéril, hoy cuenta ya el sexto mes, porque para Dios no hay nada imposible. María dijo: He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra. Y el ángel se retiró de su presencia."
El saludo que escuchó Maria debe de haber sido en hebreo "Shalôm Lad Myriam" (Paz a María); y en Griego: "Jaire, María kecharitōmenē", es decir: "Alégrate, María" un saludo muy tradicional en la epoca.
En el latin San Jeronimo lo Tradujo como "Ave" o "Salve" que hasta hace muy poco todavia era una forma común de saludo en España.
La oracion que recitamos los cristianos dice eso: "Dios te Salve María", quiere decir "Dios te saluda María" o "saludos de Parte de Dios, María".
domingo, 10 de febrero de 2013
Retablo de la Virgen de la Hiniesta.
En la fachada de la Iglesia de San Julián, junto a la entrada del despacho parroquial podemos ver este retablo cerámico del María Santísima de la Hiniesta Gloriosa, un azulejo pintado en 1961, en el año de si coronación canónica.
Bajo el retablo hay otro azulejo en el que se relata, de una forma muy breve, la historia de la Virgen de la Hiniesta, su origen y su filiación sevillana. Como se dice en él, fue Mosen Per de Tous, un noble caballero catalán quien descubrió la imagen de la Virgen de la Hiniesta en el año 1380.
Junto a ella apareció un letrero en el que se reflejaba su identidad sevillana y su origen en el barrio de San Julián.
En la parte superior del retablo están los escudos de Sevilla y Cataluña.
domingo, 13 de enero de 2013
Homenaje a Sor Bibiana.
Frente a la puerta de la Iglesia de San Julián está el Convento de San Cayetano de Sevilla. Entre sus puertas destaca la figura de Sor Bibiana Gastón Ansa, una de las monjas a las que el barrio y la Hermandad de la Hiniesta tienen en una extraordinaria consideración por su labor humana.
Sor Bibiana es de un pueblo de Navarra pero Sevillana de adopción. Sor Bibiana lleva en Sevilla, y más en el Convento de San Julián, ya muchas décadas. Raro es el día que no se ve pasar cruzar de acera para visitar a sus titulares el Santísimo Cristo de la Buena Muerte y María Santísima de la Hiniesta. Incluso dando la Santa Comunión en Misas parroquiales y de la Hermandad.
En el año 1988 ya recibió el premio de la Cruz de Plata de la Solidaridad Civil Social y tiene la Medalla de Honor de la Hermandad de la Hiniesta.
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