La Plaza de América es un espacio único concebido dentro de un mismo proyecto arquitectónico y urbanístico firmado por Aníbal González con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929.
Se trata de una plaza marcada por la monumentalidad que le aportan las construcciones que aquí se levantan: el Pabellón Real, el Museo Arqueológico y el Museo de Artes y Costumbres Populares. Hoy se constituye como uno de los espacios culturales más importantes de Sevilla, no sólo por su riqueza patrimonial, sino por albergar dos importantes centros museísticos. Además, su paisaje es una de las estampas más emblemáticas y típicas de la ciudad.
En el espacio delantero del Pabellón Real puede contemplarse un conjunto formado por seis esculturas que representan un águila sosteniendo escudos de la corona española (Señorío de Vizcaya, Reino de España, Ducado de Borgoña y Toscana, Señorío de Molina y Reino de Jerusalén).
Estas águilas están realizadas en piedra. Se alzan sobre interesantes pedestales de ladrillo tallado con relieves.
Estos elementos estaban incluidos en el trazado del Pabellón Real, realizado entre 1911 y 1916 para la Exposición Iberoamericana por Aníbal González. Es de estilo regionalista, aunque estéticamente recurre al gótico tardío. La realización de estas figuras correspondió al escultor José Ordóñez.
Durante la Exposición el Pabellón Real fue proyectado para contener las Colecciones Artísticas de la Casa Real. Hoy es utilizado como sede de servicios municipales del Ayuntamiento de Sevilla.