El estanque que da nombre a este jardín situado junto al Palacio Gótico era anteriormente el lugar donde se recogía el agua que venía por el acueducto de la ciudad hasta el palacio. El agua llegaba a través de la muralla que da hoy a la calle que se conoce actualmente como Callejón del Agua.
En 1575 perdió esta función y pasó a ser un lugar de esparcimiento y ocio. Vermondo Resta, el artista manierista le dio la forma definitiva, incluyó en el centro del estanque una estatua de bronce de Mercurio y pintó la Galería de los Grutescos que delimitan el espacio del estanque.