Durante la Navidad, la Iglesia celebra con alegría el Nacimiento de Jesucristo, Dios hecho Hombre. Es por ello, que el Cabildo de la Catedral invita a todos a contemplar la repercusión de la llegada del Mesías, a través de tres pinturas barrocas, asociadas a la escuela flamenca. Las dos pequeñas son dos cobres anónimos que imitan estampas de Rubens, mientras la central fue realizada por Jacob Jordaens. Pueden ser vistas en la Capilla Scalas.
En la reflexión sobre la Infancia de Cristo, lo vemos no sólo en la intimidad de la Sagrada Familia, pues observamos cómo le adoran ya que El es el Salvador. En primer lugar van los preferidos de Dios, los más humildes, pastores que traen lo poco que tienen a modo de ofrenda. Pero también acuden a Belén los poderosos, para rendir pleitesía al Rey de Reyes.
El Niño Jesus completa todos los ritos propios del judaísmo, como la Circuncisión, momento clave, porque, cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción (Lc 2, 21).