Como indicábamos ayer, los pasos están preparados para hacer su estación de penitencia en la Semana Santa. Todos esperan en sus iglesias el día que su salida y allí son visitados por miles de feligreses.
Hoy podemos ver esta imagen que pertenece al paso de Cristo de la Hermandad del Dulce Nombre y que es conocido por el de "La Bofetá".
Aquí, Anás y su yerno y Sumo Sacerdote José Caifás (acompañados de José de Arimatea) representan el siguiente momento evangélico:
18:1 Después de haber dicho esto, Jesús fue con sus discípulos al otro lado del torrente Cedrón. Había en ese lugar una huerta y allí entró con ellos.
18:2 Judas, el traidor, también conocía el lugar porque Jesús y sus discípulos se reunían allí con frecuencia.
18:3 Entonces Judas, al frente de un destacamento de soldados y de los guardias designados por los sumos sacerdotes y los fariseos, llegó allí con faroles, antorchas y armas.
18:4 Jesús, sabiendo todo lo que le iba a suceder, se adelantó y les preguntó: "¿A quién buscan?"
18:5 Le respondieron: "A Jesús, el Nazareno". Él les dijo: "Soy yo". Judas, el que lo entregaba, estaba con ellos.
18:6 Cuando Jesús les dijo: "Soy yo", ellos retrocedieron y cayeron en tierra.
18:7 Les preguntó nuevamente: "¿A quién buscan?" Le dijeron: "A Jesús, el Nazareno".
18:8 Jesús repitió: "Ya les dije que soy yo. Si es a mí a quien buscan, dejen que estos se vayan".
18:9 Así debía cumplirse la palabra que él había dicho: "No he perdido a ninguno de los que me confiaste".
18:10 Entonces Simón Pedro, que llevaba una espada, la sacó e hirió al servidor del Sumo Sacerdote, cortándole la oreja derecha. El servidor se llamaba Malco.
18:11 Jesús dijo a Simón Pedro: "Envaina tu espada. ¿Acaso no beberé el cáliz que me ha dado el Padre?"
18:12 El destacamento de soldados, con el tribuno y los guardias judíos, se apoderaron de Jesús y lo ataron.
18:13 Lo llevaron primero ante Anás, porque era suegro de Caifás, Sumo Sacerdote aquel año.
18:14 Caifás era el que había aconsejado a los judíos: "Es preferible que un solo hombre muera por el pueblo".
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18:19 El Sumo Sacerdote interrogó a Jesús acerca de sus discípulos y de su enseñanza.
18:20 Jesús le respondió: "He hablado abiertamente al mundo; siempre enseñé en la sinagoga y en el Templo, donde se reúnen todos los judíos, y no he dicho nada en secreto.
18:21 ¿Por qué me interrogas a mí? Pregunta a los que me han oído qué les enseñé. Ellos saben bien lo que he dicho".
18:22 Apenas Jesús dijo esto, uno de los guardias allí presentes le dio una bofetada, diciéndole: "¿Así respondes al Sumo Sacerdote?"
18:23 Jesús le respondió:
"Si he hablado mal, muestra en qué ha sido;
pero si he hablado bien, ¿por qué me pegas?"
18:24 Entonces Anás lo envió atado ante el Sumo Sacerdote Caifás..