En pleno Polígono de San Pablo, esquina de Calle Soleá con Plaza "El Niño de Vallecas", nos encontramos con esta moderna iglesia que da servicio religioso a los vecinos de este populoso barrio, un barrio en el que en poco menos de 500 metros a la redonda existen otras cuatro iglesias, la de San Pablo, la de San Ignacio de Loyola, la de San Francisco Javier y la de San Juan de Ribera.
Teniendo en cuenta la uniformidad de conceptos y líneas en la construcción de los bloques de viviendas adyacentes, la parroquia rompe con ella utilizando formas más libres y volúmenes menos estructurados y repetitivos.
En el contexto de expansión demográfica de mediados del siglo XX, las autoridades se plantean la posibilidad de crear grandes polígonos de viviendas para satisfacer esta demanda social. La creación del Polígono San Pablo responde a esta necesidad en este momento determinado.
Como quiera que en este momento histórico, el nacional catolicismo dirigía el país, estos bloques de vivienda debían tener su referencia litúrgica concentrada en un templo cercano. Así nació la Parroquia Nuestra señora del Pilar, una parroquia que no hubiera tenido lugar si las circunstancias económicas, sociales y políticas no hubieran sido exactamente estas anteriormente descritas en este momento determinado.