Está considerada una de las puertas surgidas durante la ampliación del sultán Alí ibn Yúsuf (1083-1143) y por lo tanto de la época almorávide de la ciudad. Los historiadores la atribuyen su origen a Julio César, considerando la denominación "Goles" como una degeneración del nombre Hércules, a quien la leyenda sostiene estaba dedicada.
Fue derribada en 1862, y en 1995 se llevaron a cabo obras en el lienzo de muralla existente, donde se señaló la antigua existencia de la puerta con un azulejo.
La primera entrada oficial y su consiguiente jura de privilegios a la ciudad por parte de los monarcas de Castilla se realizaron siempre a través de la puerta de la Macarena, y así lo hicieron en ella Isabel I de Castilla (1477), Fernando II de Aragón (1508), su nieto Carlos I de España y la prometida de éste, Isabel de Portugal (1526), que su entrada en la ciudad fue debida a sus desposorios, celebrados en los Reales Alcázares el referido año.
Sin embargo, cuando en 1570 la comisión organiza la primera y única visita a la ciudad de Felipe II de España, encontró varios inconvenientes para hacerlo, igual que sus antecesores, por la puerta de la Macarena.
Sin el beneplácito de todos los miembros de la comisión se decide que finalmente el rey haga su entrada por esta puerta en vez de por la de la Macarena, aportando como motivos la vista general que presentaba el arrabal, sumado a que estaba cercada de calles estrechas que provocaban incomodidad para un acontecimiento de estas características.
A consecuencia de esta entrada, la puerta dejó de ser nombrada como hasta entonces, para adoptar el nombre de puerta Real. El monarca Felipe IV de España, que visitó la ciudad en 1624 retomó la tradición antecedente, haciendo su jura e ingreso por la puerta de la Macarena, por lo que se trató únicamente de una ocasión especial.
Fuente: Wikipedia.
Sin el beneplácito de todos los miembros de la comisión se decide que finalmente el rey haga su entrada por esta puerta en vez de por la de la Macarena, aportando como motivos la vista general que presentaba el arrabal, sumado a que estaba cercada de calles estrechas que provocaban incomodidad para un acontecimiento de estas características.
A consecuencia de esta entrada, la puerta dejó de ser nombrada como hasta entonces, para adoptar el nombre de puerta Real. El monarca Felipe IV de España, que visitó la ciudad en 1624 retomó la tradición antecedente, haciendo su jura e ingreso por la puerta de la Macarena, por lo que se trató únicamente de una ocasión especial.
Fuente: Wikipedia.