Dentro de todo el recinto de restos romanos, la Factoría de Salazones es la parte industrial del mismo. Es el lugar destinado por un comerciante para conservar en salazón los peces pescados en el río Betis (Guadalquivir) y, en la entonces, cercana costa de Gades y Onuba.
Podemos verlo en estas imágenes proyectadas in situ en el Antiquarium.
En esta diapositiva se cita al historiador romano Pomponio Mela quien localizaba la línea de la costa del océano atlántico mucho más cerca de lo que está actualmente, llegando prácticamente hasta la actual Coria del Río. Por esta razón la industria del salazón era importante en nuestra ciudad en el siglo I d. C.
En los restos arqueológicos aparecieron otros indicios de esta actividad: no sólo restos de huesos y escamas de peces sino también restos de "Hallec" un subproducto sacado del pescado que servía para poder vender tener alimento de pesca durante un periodo más largo y que pudiera llegar a ciudades más lejanas. El Hallec era una conserva realizada con carne de pescado muy semejante al garum.