Sobre las arquivoltas de la portada existen diez tabernáculos en los que se ajustan diez altorrelieves, dos de ellos, los más cercanos a las jambas, dedicados a des profetas del Antiguo Testamento, el resto son ancianos y ángeles.
¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
Mostrando entradas con la etiqueta Puerta del Bautismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Puerta del Bautismo. Mostrar todas las entradas
viernes, 2 de agosto de 2013
La Puerta del Bautismo (5): las Arquivoltas.
Sobre las arquivoltas de la portada existen diez tabernáculos en los que se ajustan diez altorrelieves, dos de ellos, los más cercanos a las jambas, dedicados a des profetas del Antiguo Testamento, el resto son ancianos y ángeles.
jueves, 1 de agosto de 2013
La Puerta del Bautismo (4): las figuras de la jamba derecha.
Como decíamos en el post anterior, junto a Santa Justa, San Fulgencio y San Leandro, en la parte derecha de la portada tenemos a San Isidoro, Santa Florentina y Santa Rufina, todas ellas en barro cocido e inicialmente policromadas.
Debido a la porosidad de la piedra y su dificultad para el labrado fino, se decidió cambiar de material para las grandes imágenes restantes sin modificar el programa iconográfico inicial, pasando al barro cocido. Son obras de Mercadante de Bretaña.
San Isidoro.
Santa Florentina.
Santa Rufina.
miércoles, 31 de julio de 2013
La Puerta del Bautismo (3): las figuras de la jamba izquierda.
Junto al bautismo como inicio de la vida cristiana, los autores de la puerta introdujeron un segundo motivo en el desarrollo iconográfico de la puerta: la vida de los primeros cristianos. Por esta razón en las jambas de la izquierda de la puerta están representados, en este orden de fuera hacia dentro, Santa Justa, San Fulgencio y San Leandro.
Son estatuas realizadas a tamaño natural en barro cocido. Al otro lado, del que hablaremos en la próxima entrada, están San Isidoro, Santa Florentina y Santa Rufina.
La ubicación de cada una de ellas se muestra por parejas, a ambos lados del hueco de acceso, según la importancia que se les quiso dar: las mártires alfareras ocupan el primer plano en el exterior; los santos obispos están junto a la puerta; y San Fulgencio y Santa Florentina completan la iconografía aunque apenas acaparan la atención de los fieles por su posición intermedia, casi oculta desde una visión frontal.
Santa Justa.
San Fulgencio.
San Leandro.
martes, 30 de julio de 2013
La Puerta del Bautismo (2): el Tímpano.
Atendiendo a la iconografía de la puerta, es necesario pararse en el tímpano de la misma donde se relata el tema religioso central que da nombre a este acceso catedralicio. Allí podemos ver a Jesús sumergido en el río Jordán recibiendo el bautismo de San Juan Bautista acompañado por un ángel que sostiene el vestido de Cristo.
Supone la representación de la fórmula cristiana iniciática donde el bautismo supone la entrada en el reino de Dios y el perdón del pecado original.
El autor del tímpano fue Lorenzo Mercadante de Bretaña y se creen que fueron realizados a mediados del siglo XV.
lunes, 29 de julio de 2013
La Puerta del Bautismo (1): la historia.
La Puerta del Bautismo, conjuntamente con la puerta de la Natividad, fueron las dos primeras puertas edificadas de la Catedral hispalense. Este puerta, situada en la fachada occidental del templo, en la Avenida de la Constitución, está a los pies del templo catedralicio.
La fecha del inicio de la construcción data del año 1403, fecha de demolición de la antigua mezquita almohade.
Se trajo de tierras flamencas al maestro Ysambarte para realizar la edificación, maestro que trajo de ayudante a otro incipiente maestro, Charles Galtier. Desde entonces la catedral gótica comenzó a mostrar sus primeros logros, diseñando y levantando la fachada de poniente, con las portadas del Bautismo y del Nacimiento.
Por este tiempo la piedra empleada venía casi toda de la cantera del cerro de San Cristóbal, en El Puerto de Santa María; una piedra rugosa no apropiada para trabajos finos, lo que causaría serios problemas a la hora de iniciar las imágenes de la portada, y que motivaría a cambiar al barro cocido.
El diseño, la iconografía y la ejecución de las portadas del Bautismo y del Nacimiento forman un programa unitario pensado, y aunque hecha en diversas etapas por varios artífices, forma uno de los conjuntos más notables de la escultura gótica en barro cocido.
La puerta está configurada con arquivoltas apuntadas que se prolongan en un agudo gablete ocupado con tracerias flamigueras.
En el tímpano de esta portada figura un relieve con representación del Bautismo de Cristo, obra realizada por el taller de Lorenzo Mercadante de Bretaña.
En las arquivoltas se disponen personajes del Antiguo Testamento, siendo las esculturas mas importantes las de las jambas laterales situadas sobre ménsulas y bajo doseletes, donde aparecen Santa Justa, Santa Rufina, San Leandro, San Isidoro, San Fulgencio y Santa Florentina. Son obras de barro cocido que originariamente estuvieron policromadas. Su calidad es excepcional y pertenecen a Lorenzo Mercadante de Bretaña, quien las realizo entre 1464 y 1467. En aspectos menores de esta portada colaboro el escultor Pedro Milán.
De esto hablaremos en las siguientes entradas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)