viernes, 28 de noviembre de 2014

Las Reales Almonas.



Sobra la fachada de un edificio de la calle Castilla, entre el Arco de la O y la Casa de las Flores (de la que hablaremos en breve) nos encontramos con este azulejo que marca el lugar donde antaño estaban situadas las Almonas Reales, el lugar abril donde se elaboraba el célebre jabón sevillano.
Desgraciadamente, del edificio original quedan apenas unos restos de ladrillos. La urbanización moderna de la calle Castilla y del Paseo de Nuestra señora de la O convirtió el lugar  en edificios habitables.
Se tienen datos de su existencia desde inicios del siglo XVI cuando el derecho real sobre la fábrica de jabones se cedía a la familia Enríquez de Ribera, familia que no ejercía la tarea empresarial si no que la cedía a unos terceros que a su vez se veían obligados a pagar unas rentas anuales.
Más tarde la fábrica de jabones pasó a ser dirigida por la familia Welser quienes ampliaron las instalaciones para llevar el jabón de Triana a los Países Bajos, Gran Bretaña y América hasta mediados del siglo XVIII cuando la fábrica entró en decadencia.


La familia Welser contó con un aliado impagable a la hora de comercializar el jabón: el río guadalquivir cuya navegabilidad permitía el comercio del producto desde las mismas puertas de la fábrica a cualquier lugar del mundo en un sólo viaje.
Del mismo modo el Guadalquivir era camino de entrada de las materias primas del jabón. Desde el Aljarafe llegaba la grasa sobrante del aceite de oliva y de las marismas del río, más al sur, se traía la barrilla, una hierba que crece en zonas pantanosas y de cuyas cenizas se obtenía la sosa o potasa que se mezclaba con la grasa para darle consistencia al jabón. El perfume se conseguía con otros productos como el almizcle, el ámbar, la menta o la algalia. Para facilitar el trasiego de mercancías, junto a la orilla del río se situaba un muelle de uso exclusivo de la fábrica.

sábado, 22 de noviembre de 2014

La inundación de 1892.



A mitad de la calle Castilla, sobre uno de los muros de carga que soportan el famoso arco que da acceso al antiguo Callejón de la O, hoy llamado Pasaje Párroco Pedro Ramos Lagares, podemos ver el azulejo de arriba.
El propio Ayuntamiento tuvo a bien señalizar el nivel que las aguas del Guadalquivir alcanzaron en aquella famosa inundación del 10 de marzo de 1892 por lo histórico del acontecimiento.
Bien es cierto que la crecida del río se producía en cada estación de lluvias, sin embargo, sólo en contadas ocasiones logró alcanzar tal altura en el barrio de Triana.


viernes, 21 de noviembre de 2014

Accidente tranviario de Nuestra Señora de la O.



Como pueden ver en el azulejo de arriba, en diciembre de 1993 se colocó el mismo sobre la fachada del número 15 de la calle San Jorge para conmemorar el cincuenta aniversario (1943-1993) de un acontecimiento que pudo usar daños irreparables.
Según cuentan las antiguas crónicas de la época, el tranvía número 180 que hacía la ruta a Camas, descarriló al coger la curva de la Plaza del Altozano embistiendo al paso de la Virgen que en esos momento venía por la calle San Jorge, no produciéndose victimas, aunque si cuantiosos daños materiales.


El impacto fue trasero y los daños importantes, sin embargo esto no fue suficiente para que los vecinos pudieran llevar a la Virgen hasta su templo de la calle Castilla. El paso fue recuperado más tarde mientras que la imagen fue llevada a hombros por los trianeros.

jueves, 20 de noviembre de 2014

Se nos fue la Duquesa.



Se nos fue la Duquesa, así escrito, sin más apellido, porque en Sevilla cuando te referías a la Duquesa todo el mundo sabía de quién hablabas. María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart era la número 18 en el linaje del Ducado de Alba, pero por encima de títulos nobiliarios ella presumía de ser una sevillana que nació en Madrid y que amó a su tierra del sur, a su gente y su forma de vida de tal manera que la hizo suya desde sus primeros años vida.
Atrás deja muchos amigos y también un recuerdo, un poso, entre la sevillanía de ser una mujer vital, valiente, brava, con bríos, cariñosa que sus seres queridos y con una lucidez mental que la mantuvo activa hasta pocos días antes de su partida definitiva.
Sus eternos rizos canos, su hablar pausado y su mirada directa permanecerán entre los recuerdos de quienes la conocimos sólo por televisión. Descanse en paz, Doña Cayetana.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Claroscuros del Teatro Coliseo.



Cuando uno penetra, desde la Calle Miguel Mañara, en el arco junto a la Torre de Abd-el-Aziz (fechada en el siglo XIII), se encuentra con esta sugerente imagen del Teatro Coliseo enmarcado por la oscuridad de un arco ojival o apuntado, elemento arquitectónico propio de otras épocas pretéritas.

Actualmente el Teatro Coliseo es una de las sedes de la Agencia Tributaria de la Junta de Andalucía.

martes, 18 de noviembre de 2014

La casa natal del Ángel Rojo.



En la fachada del número 23 de la trianera calle San Jorge nos encontramos con este azulejo dedicado a Melchor Rodríguez García, a quien el barrio de Triana le dedicó este sentido homenaje en el año 2009.
Melchor Rodríguez, militante destacado de la CNT, es uno de los personajes esenciales en el Madrid republicano. Durante toda la guerra, y especialmente en la etapa en que asume cargos en el ministerio de Justicia a las órdenes del también anarquista Juan García Oliver, lucha incansablemente para que no se produzcan en la ciudad ejecuciones extrajudiciales.
Arriesgando la vida a veces y desplegando siempre una energía extraordinaria, él es uno de los principales responsables de que sucesos como los de Paracuellos no volvieran a repetirse. Condenado a prisión por los vencedores, pero con múltiples amigos en ese bando que le debían la vida, sale de la cárcel en 1943 y prosigue con su militancia anarquista, lo que le lleva a ser detenido y encarcelado en varias ocasiones.
Melchor Rodríguez García nació en 1893 en el barrio de Triana de Sevilla y de joven intentó abrirse camino como torero. En seguida comenzó también a conocer el ideario anarquista, que lo fascinó como herramienta poderosa para la redención de las miserias e injusticias que veía en la sociedad. Graves cogidas en 1918 y 1920 lo acaban apartando de los toros y le obligan a ganarse la vida como obrero chapista, mientras se compromete en una militancia en la CNT que lo llevará a la cárcel varias veces. 
A finales de 1920 se traslada con su mujer, Francisca, a Madrid, donde continúa con sus trabajos y su actividad política. En la capital, su anarquismo se va decantando hacia un humanismo libertario que ve en la educación y la cultura las claves de la transformación social.
Melchor Rodríguez, que había conocido las prisiones de la monarquía y la república, prueba ahora las del franquismo. Condenado a veinte años, sus amigos del bando vencedor se mueven para ayudarle y en 1943 es liberado. En la larga noche de la dictadura participa en la reorganización de la CNT, lo que le vale año y medio en la cárcel de Carabanchel. Trabaja después de su liberación en 1948 como agente de seguros y sufre otra detención en 1956. En 1972 fallece en Madrid. A su entierro asistieron personas de ideologías muy variadas, pero unidas todas en el afecto por un hombre valeroso y honrado que dedicó su vida a la defensa de un ideal humanista.

lunes, 17 de noviembre de 2014

Azulejos en la torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la O (5).



Finalmente, en el cuerpo final de la torre podemos ver tres azulejos pequeños que difícilmente se distinguen desde el propio piso de la calle. Pero realmente no son tres ya que, según se intuye desde abajo en el resto de las caras de la torre hay también otros azulejos.

Si alguien tiene a bien iluminarnos sobre este tema y sacarnos de nuestro oscuro conocimiento se lo agradeceríamos.












domingo, 16 de noviembre de 2014

Azulejos en la torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la O (4).



El cuarto retablo cerámico de la torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la O, muy mal conservado por cierto, representa a San Ildefonso.

Es un azulejo plano pintado en el siglo XVIII y representa el milagro de la imposición de la casulla de San Ildefonso. Se trata de un tema del que podemos encontrar sus antecedentes en la literatura española.

La obra "Los milagros de Nuestra Señora" de Gonzalo de Berceo, inicia la relación de estos milagros con el de San Ildefonso, un Santo que vivió en Sevilla. La Virgen le otorga una casulla sin aguja cosida y obra de ángeles.

sábado, 15 de noviembre de 2014

Azulejos en la torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la O (3).



El tercer retablo cerámico de la torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la O representa a Jesús Nazareno, siendo el retablo conservado más antiguo en el que se representa a una imagen de la Semana Santa sevillana y, sin duda, precursora de la fecunda representación cerámica posterior.

En él podemos leer el texto: "Hijas de Jerusalem, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y vuestros hijos. Año de 1760".

viernes, 14 de noviembre de 2014

Azulejos en la torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la O (2).



El segundo de los azulejos de la torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la O representa a San Andrés en su representación clásica con la cruz en forma de X.
Además nos aporta información, pues en él se indica la fecha en la que se acaba la torre en 1699 y se renovó en 1756, fecha que indicaría cuando se realizó el remate de la torre y se retocaron los desperfectos producidos por el famoso terremoto de Lisboa.

jueves, 13 de noviembre de 2014

Azulejos en la torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la O (1).



La torre de la Iglesia de Nuestra Señora de la O, en la trianera Calle Castilla, es digna de un museo cerámico como lo muestran los siete paneles azulejísticos que podemos ver (los más bajos) o podemos intuir (los más altos).


En varios post vamos a ir mostrándolos empezando por el más cercano a la altura de nuestra vista, el azulejo titulado "Apoteosis de la Eucaristía".

Es un azulejo trianero eucarístico del siglo XVII en el que se ve a dos angelitos adorando el Cuerpo de Cristo.

En él se puede leer el texto: "Por aquí se llamará para suministrar los santos sacramentos a deshora".

sábado, 1 de noviembre de 2014

Las veletas del Archivo de Indias.



El herreríano edificio del Archivo de Indias es un cuadrilátero perfecto y corona cada una de las cuatro esquinas del edificio con una hermosa veleta sobre la que se posa una cruz de hierro forjado.

Además de estas cuatro veletas, existe una quinta sobre el castillete que da acceso al tejado del edificio. Cinco en total, cinco veletas, todas, curiosamente, iguales.

Una cruz, como decíamos, corona el instrumento meteorológico. Sobre uno de los dos brazos de la veleta podemos ver el escudo de Castilla y León.

En la foto de arriba podemos ver la veleta del castillete, visto desde la fachada principal.


Veleta sobre la esquina noroeste del edificio, con la veleta de la Giralda, el Giraldillo, al fondo.



Veleta sobre la esquina noreste del edificio.



Veleta sobre la esquina suroeste del edificio.



Veleta sobre la esquina sureste del edificio.