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viernes, 17 de septiembre de 2021

Los azulejos de la Farmacia Nuestra Señora de Fátima.

 

En la esquina de la calle Justino Matute con la transitada calle San Jacinto, en el corazón del barrio trianero, nos encontramos una farmacia que llama la atención por los murales cerámicos que podemos ver en sus fachadas. 

La farmacia fue inaugurada en 1949 por el Licenciado D. Javier Vilches en el entonces número 97 de la calle San Jacinto. Posteriormente al cambiar la numeración de la citada calle, la farmacia fijó su domicilio en el número 75 y D. Javier estuvo gestionándola hasta el año 1999 (cincuenta años), transmitiéndole el día un e abril la farmacia a su hija Dña Mercedes Vilches Gargallo, que continua actualmente como su titular.

En el frontal que da a la calle San Jacinto vemos dos murales cerámicos que representan escenas de un boticario dirigiendo la elaboración de fármacos por sus ayudantes en boticas medievales

En la fachada lateral de la calle Justino Matute, el mural representa motivos florales. Todos fueron diseñados por el decorador Álvaro Satué Sanz y pintados por Antonio Caro Parra (cuya firma se puede leer en las esquinas derecha inferiores) en su taller en 1983.

El mural cerámico donde consta el nombre de la farmacia y el de su titular se instaló cuando se estableció ésta en 1949.

En el interior de la farmacia existe un retablo cerámico dedicado a la Virgen de Fátima, de quien toma nombre el establecimiento. La hornacina fue realizada por Ramos Rejano en la misma fecha que se inauguró la farmacia.

lunes, 19 de septiembre de 2011

La farmacia de Don Aurelio.



Junto a la Calle Pagés del Corro hay una calle llamada Farmacéutico Murillo Herrera. Quizá muchos de nosotros no conozcamos la historia de esta eminencia de la farmacia sevillana pero sí podemos ubicar sus orígenes profesionales en este edificio de ladrillo, cerámica y arcos lobulados situado en la plaza del Altozano.

El Señor Enrique Murillo Herrera heredó de su padre esta farmacia y, a su vez, dio en herencia a su hijo la misma. Antes procuró remodelar el edificio al gusto de los estilos regionalistas de primeros del siglo XX.

Su hijo Aurelio Murillo Casas (que también tiene dado el nombre a una plaza junto a la calle de su padre) puso su nombre en la fachada.

Actualmente está regentada por una hija de éste, Doña María Luisa.


Close to the  Pagés del Corro Street there is a street called "Farmaceutico Murillo Herrera". Probably many of us let's not know the history of this eminence of the Sevillian drugstore but we can locate his professional origins in this building built in brick and ceramics placed in the Altozano Square.

The Gentleman Enrique Murillo Herrera inherited from his father this drugstore and, in turn, he gave the same one in inheritance to his son. Before the building tried to remodel to the taste of the architectural regionalists styles from first of the 20th century.

His son Aurelio Murillo Casas put his name in the front.  Nowadays it is managed by a daughter of this one, Mrs. Maria Luisa.