En la esquina de la calle Justino Matute con la transitada calle San Jacinto, en el corazón del barrio trianero, nos encontramos una farmacia que llama la atención por los murales cerámicos que podemos ver en sus fachadas.
La farmacia fue inaugurada en 1949 por el Licenciado D. Javier Vilches en el entonces número 97 de la calle San Jacinto. Posteriormente al cambiar la numeración de la citada calle, la farmacia fijó su domicilio en el número 75 y D. Javier estuvo gestionándola hasta el año 1999 (cincuenta años), transmitiéndole el día un e abril la farmacia a su hija Dña Mercedes Vilches Gargallo, que continua actualmente como su titular.
En el frontal que da a la calle San Jacinto vemos dos murales cerámicos que representan escenas de un boticario dirigiendo la elaboración de fármacos por sus ayudantes en boticas medievales.
En la fachada lateral de la calle Justino Matute, el mural representa motivos florales. Todos fueron diseñados por el decorador Álvaro Satué Sanz y pintados por Antonio Caro Parra (cuya firma se puede leer en las esquinas derecha inferiores) en su taller en 1983.
El mural cerámico donde consta el nombre de la farmacia y el de su titular se instaló cuando se estableció ésta en 1949.
En el interior de la farmacia existe un retablo cerámico dedicado a la Virgen de Fátima, de quien toma nombre el establecimiento. La hornacina fue realizada por Ramos Rejano en la misma fecha que se inauguró la farmacia.
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