Aunque situada en el barrio de San Julián, la calle Enladrillada está más unida a la parroquia de San Román,iglesia que pone fin a dicha calle por su extremo sur. El extremo norte, tras recorrer casi quinientos metros, está situado junto a la Plaza del Pelícano y muy cercana la la antigua iglesia de Santa Lucía.
Pues bien, hacia la mitad de esta calle, en el número 36, nos encontramos con un espacio abierto, un espacio verde con nombre propio: Huerto del Rey Moro. Veamos qué es y adentremonos en su reciente historia.
El Huerto del Rey Moro es, desde 2004, el mayor espacio público del Casco Histórico de Sevilla no urbanizado. Un espacio verde autogestionado por y para el disfrute y el esparcimiento de los vecinos del barrio, donde se permite la agricultura urbana.
Este solar es parte del terreno en el que se estableció el huerto de la Casa del Rey Moro, una construcción doméstica de fines del siglo XV y principios del siglo XVI. La tipología constructiva de la casa pertenece a un momento en que coinciden el gótico final y los inicios del renacimiento con una fuerte tradición islámica. El huerto, ubicado en las espaldas de la vivienda y con una superficie de unos 5.000 metros cuadrados aproximados, es hoy un enorme espacio abierto que conserva la misma funcionalidad histórica de zona verde y de explotación de la tierra. Un solar en el que, a través de la arqueología, ha quedado constatado su relación con la horticultura urbana desde el siglo XI hasta el siglo XVII.
Abandonadas durante los últimos siglos, casa y huerta se transformaron de acuerdo a las necesidades del vecindario. La primera se transforma en casa de vecinos y la segunda en lugar de abastecimiento de distintos productos hortofrutícolas -higos, moras, nísperos, limones, naranjas, etc- para los vecinos que cultivaron la huerta en épocas de necesidad.
Como solución a la degradación patente, y como medida de protección patrimonial, en 1985 se declara La Casa del Rey Moro como Bien de Interés Cultural (BIC), bajo la categoría de Monumento, y se define, además un entorno o espacio que gozaría de la misma protección que el inmueble, ya que cualquier alteración en él afectaría directamente a los valores propios del bien. Esta zona de reserva patrimonial comprende en extensión el Huerto del Rey Moro, el cual no puede ser entendido sin la casa, y la casa no puede ser explicada sin el Huerto.
La Asociación de Amigos de la Huerta del Rey Moro "La Noria", en febrero de 2004, inauguraron la ocupación del espacio para uso y disfrute del vecindario. Así los vecinos, en pro de su conservación y con una organización autogestionada, instalaron huertos colectivos con materiales reciclados. Desde entonces diversos colectivos los han mantenido.
La Asociación de Amigos de la Huerta del Rey Moro "La Noria", en febrero de 2004, inauguraron la ocupación del espacio para uso y disfrute del vecindario. Así los vecinos, en pro de su conservación y con una organización autogestionada, instalaron huertos colectivos con materiales reciclados. Desde entonces diversos colectivos los han mantenido.
En 2008 se llevó a cabo una intervención arqueológica de carácter preventiva, realizada por los arqueólogos D. Juan Luis Castro Fernández y D. Daniel Barragán Mallofret, cuyos resultados, tanto en la intervención como en la prospección geofísica, sacaron a la luz el potencial científico de los elementos arqueológicos documentados y detectados.
La mayoría de las estructuras localizadas tienen una funcionalidad hidráulica y están sin duda relacionadas con el carácter hortofrutícola del espacio a lo largo de la historia. El estudio de los mismos de una manera profunda y sistemática aportaría, sin duda, información muy útil que nos permitiráía profundizar en el conocimiento histórico de este sector de la ciudad, así como su puesta en valor orientado al disfrute de los usuarios y vecinos del Huerto del Rey Moro.