La tarde del viernes apareció como idílica para poner en marcha la procesión de la Cruz de Mayo del colegio Los Rosales, algo de calor con unas nubes en el cielo que de vez en cuando daban una tregua y una ligera brisa que nos acompaño durante el itinerario completo.
El cortejo procesional iba encabezado por la cruz de guía acompañada de dos faroles. Tras ella iba el Senatus (SPQR) que fue intercambiándose de manos entre toda la chiquillería alumnos del colegio.
Las alumnas iban con sus vestidos de gitana o de rociera según sus gustos para dar un toque de color y alegría a la procesión. Muchas de ellas portaban unas varas con una cruz.
Tras el Senatus, el primer paso de la Cruz iba sobre los hombros de los pequeños del colegio, aunque es verdad que algunos padres echaban una mano desde fuera para que el peso fuera más liviano. Los capataces hicieron un trabajo impagable.
Entre la cruz pequeña y la mayor estaba la representación de las autoridades, aunque se echó en falta a la Guardia Civil.
Finalizaba el cortejo la Gran Cruz de Mayo del Colegio Los Rosales, con el acompañamiento musical de la “Escuela de Música Manuel Cabalgante Ortiz” (Carmen de Salteras).
Finalizó la procesión dos horas después de su inicio en el patio del colegio.