Este azulejo se encuentra adosado a la fachada del que es actualmente el taller de Manuel Guzmán Bejarano situado en la calle Pizarro. Esta calle es corta, quebrada y de irregular anchura a la que se accede a través de Torneo.. El caserío de la misma es desigual, alternando talleres y fábricas con bloques de pisos.
En uno de esos talleres fue colocado este azulejo, en reconocimiento a la trayectoria artística de Manuel Guzmán Bejarano, perpetuando el inmueble donde estaba ubicado el taller, con el siguiente texto:
"La ciudad de Sevilla
al maestro
D. Manuel Guzmán Bejarano
arquitecto de retablos,
en reconocimiento a su obra
y aportación artística".