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viernes, 13 de julio de 2012

Santa Bárbara en la Iglesia del Sagrario.



A los pies de la Iglesia del Sagrario hay una pequeña capilla dedicada a una santa de tronío ( de hecho es la patrona de las tormentas, así como de los artilleros, canteros, mineros, y, en general, culaquier profesión relacionada con el manejo de explosivos), Santa Bárbara.

El retablo, realizado alrededor de 1680, nos presenta a la santa con una imagen de la Torre del Oro, con tres ventanas, en sus manos, con una clara simbología.


Dice la leyenda que Santa Bárbara habría nacido en Nicomedia, cerca del mar de Mármara, hija de un Rey sátrapa de nombre Dióscoro, quien la encerró en una torre.

El motivo del encierro pudo haber sido para evitar que los hombres admiraran su belleza y la sedujeran, o para evitar el proselitismo cristiano. Durante una ausencia de su padre, Bárbara se convirtió al cristianismo, y mandó construir tres ventanas en su torre, simbolizando la Santísima Trinidad. 

Su padre se enteró del significado del simbolismo de estas ventanas y se enfadó, queriendo matarla. 

Por eso, Bárbara huyó y se refugió en una peña milagrosamente abierta para ella. Atrapada pese al milagro, se enfrenta a su destino.

En este caso, el escultor tuvo el guiño de señalar la torre con la imagen de la torre sevillana. Santa Bárbara está acompañada en el retablo por Santa Teresa y Santa Elena.

jueves, 15 de diciembre de 2011

Quod non capis...



Los himnos son cantos de alabanza a Dios o a los santos. El pueblo ha recordado siempre las obras salvadoras de Dios con canto e himnos.

En la liturgia de la Iglesia católica, entre la multitud de himnos que han pasado a formar parte de las acciones litúrgicas, hay algunos, especialmente en las celebraciones eucarísticas, que han arraigado más profundamente, ya sea por su belleza literaria, por la riqueza y profundidad de sus conceptos teológicos, o por la inspiración y popularidad de las melodías con que se ejecutan.

Algunos han desafiado el paso del tiempo y siguen solemnizando las exposiciones del Santísimo Sacramento del altar y la procesiones y bendiciones eucarísticas.

La simple lectura reposada de estos himnos ante el Santísimo produce en el alma del creyente emociones de alabanza, adoración y gratitud por el don inmenso de la Eucaristía.

Y no hay mejor lugar en Sevilla para solemnidades que la Iglesia del Sagrario, obra barroca adjunta a la Catedral Metropolitana. 

A los pies de la iglesia, a una considerable altura, tenemos el relieve que vemos en la foto. En él se muestra a la Fe (si se fijan bien es casi idéntica a otra estatua que representa la Fe, el Giraldillo) sentada en su trono, posando su pie derecho sobre el orbe terráqueo y rodeado de ángeles y santos.

El texto "Quod non capis, quod non vides animosa firmat fides" (Lo que no comprendes y no ves, una fe viva lo atestigua) corresponde a unos versos del himno "Lauda, Sion, Salvatorem" (Alaba, Sión, al Salvador).

Esta obra, conocida por "Alegoría de la Fe" fue realizada por Pedro de Borja.


domingo, 16 de octubre de 2011

La Orden de los Caballeros de San Clemente.



Entrando en el patio de los Naranjos por la Puerta del Perdón, en la pared de la derecha, podemos ver esta gran puerta de madera que es la entrada a la sede de los Caballeros de la Orden de San Clemente. Es una de las entradas a la conocida  iglesia del Sagrario cuyo nombre es Iglesia de San Clemente.

Dicha Orden es realmente muy reciente. Al principio se creó como una asociación civil en 1986, siendo su primer presidente Juan Foronda con el beneplácito del Cardenal Carlos Amigo que ha sido prácticamente el padre de la misma.


Para que esta Orden fuera una Institución seria y dentro de la Iglesia, por votación y a partir del año 2004, con decreto de 23 de noviembre de 2004, día de San Clemente, paso a ser Orden de Caballeros de San Clemente de Sevilla, una institución privada de derecho privado de la Archidiócesis de Sevilla y dada de alta en el Ministerio de Justicia dentro de instituciones religiosas. 

La Orden tiene tres clases de componentes: caballeros, comendadores y caballeros con gran cruz, aparte tiene caballeros con medalla de honor, caso del Cardenal de Sevilla.

Los estatutos marcan como fines de la Orden más importantes: colaborar con la acción evangelizadora de la Iglesia, con las instituciones diocesanas (seminario, parroquia, etc) y centros benéfico asistenciales, colaboración con hermandades y, como fin principal, la ayuda a los conventos de clausura.