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miércoles, 14 de diciembre de 2011

El balcón del Rey de Baeza.



Este balcón inspirado en la típica casa sevillana del siglo XVII o XVIII pertenece a un hotel de cuatro estrellas, el Hotel Casas del Rey de Baeza. Aunque su entrada principal está en la Plaza Jesús de la Redención, a mi me gusta particularmente este rincón del hotel que da a la Calle Lanza.
En realidad el hotel fue, en sus inicios, un corral de vecinos al estilo del vecino Corral del Conde.
Antes de esto, y no se sabe si es historia o leyenda, el edificio fue regalado por el Rey Santo, Fernando III de Castilla al Rey taifa de Baeza,  Al-Bayyasi.
Cuenta la historia que la Taifa de Baeza fue un reino musulmán que surgió en Al-Andalus después la derrota de los almohades a manos de los ejércitos cristianos en la batalla de las Navas de Tolosa, librada en 1212.
Este reino taifa, que comprendía un territorio situado entre las actuales provincias de Jaén y Córdoba, se mantuvo entre los años 1224 y 1226. Su único emir fue Abd Allah Ibn Muhammad Al-Bayyasi (el Baezano), quien fue vasallo de Fernando III el Santo, rey de Castilla y León, a quien apoyó en diversas campañas contra otros reyes musulmanes.
El nuevo Califa de Córdoba Abd al-Wahid al-Majlu envió a Al-Bayyasi a reclutar nuevos adeptos para su causa. Más tarde le encomendó tareas de más responsabilidad como la de someter Sevilla y obligarla a servir lealtad a Califa de Murcia.
Al-Bayyasi marchó con un numeroso ejército al que se le sumaron las tropas de Abu-l-Ula (valí de Córdoba y hermano de al-Adil). En  Sevilla obligaron al valí Abd al-Aziz a someterse y el Califa marchó hacia allá para aposentarse en su nueva sede.
Al-Bayyasi esperaba que se le recompensara con el nombramiento de valí de Sevilla, ya que había sido él el que había conseguido la victoria, pero por el contrario, el califa nombró para este cargo a su hermano Abu-l-Ula y al baezano le dio el gobierno de Córdoba, que era una plaza menos importante.
Al-Bayyasi se vio defraudado y en Córdoba tomó la decisión de nombrarse emir independiente en 1224. Comenzó a conquistar tierras y se le sumaron nuevas poblaciones, entre ellas su natural Baeza, así consiguió abarcar un amplio territorio que abarcaba las actuales provincias de Jaén, Córdoba, Badajoz y Ciudad Real.
El califa respondió mandando a su hermano Abu-l-Ula, que reconquistó todas las plazas menos Baeza, donde se refugió al-Bayyasi y se rindió. Ese mismo año se volvió a nombrar emir, esta vez en Baeza, y desde esta plaza comenzó la nueva conquista de las tierras que le habían arrebatado. 
Ya que no tenía apoyos en el mundo islámico, los buscó en el cristiano, y así entró en relaciones con Fernando III el Santo, Rey de Castilla. Juntos participaron en los ataques a Quesada y Jaén, e hicieron frente a un nuevo ataque califal sobre Baeza que fue atajado a cinco millas de la ciudad.


Al-Bayyasi cedió algunas plazas fronterizas como Salvatierra, Burgalimar o Capilla a Fernando III a cambio de que éste le proporcione recursos para atacar Sevilla y llevar a cabo su venganza. De esta forma partió al-Bayyasi en 1225 desde Córdoba con un poderoso ejército con el que asedió la ciudad de Sevilla y se adueñó de todas las fortalezas del Aljarafe sevillano, obligando al califa al-Adil a huir cruzando el Estrecho. Satisfecho por sus nuevas conquistas y su gran influencia, al-Bayyasi se retiró a Córdoba. Allí una revuelta popular provocada por su amistad con los cristianos lo obligó a dejar la ciudad y buscar refugio en el castillo de Almodóvar del Río, donde subiendo la cuesta del alcázar fue muerto a manos de su visir Ibn Yaburak (que había sido sobornado por Abu-l-Ula). El visir llevó la cabeza de al-Bayyasi a Sevilla y reclamó a Abu-l-Ula la recompensa que le había prometido, pero éste lo acusó de traición por haber asesinado a su emir y lo ajustició. Esto ocurría en el año 1226.
Al llegar a oídos de Fernando III la noticia de la muerte de su amigo, tomó bajo su protección al hijo de éste, Abd al-Mon, lo educó junto a sus hijos y lo llevó a la conquista de Sevilla en 1248. Allí en su mezquita mayor, ahora consagrada en catedral, Abd al-Mon fue bautizado a la fe cristiana, siendo su padrino el propio rey don Fernando y recibiendo el nombre de Fernando de Adelmón (apellido que existe hoy en día).
Fuente histórica: Wikipedia y obras de Juan Eslava Galán.



This balcony inspired in the typical  of the 17th century or the XVIIIth Sevillian house belongs to a four stars hotel, the Hotel Houses of the King of Baeza. 
Though its principal entry is in the Jesus de la Redención Square, I like particularly this corner of the hotel that is in Lanza Street. 
The hotel was, in the beginnings, a neighbors' corral in the style of the neighbor Corral of the Count. Before this, and it is not known if it is history or legend, the building was given by the King Saint, Fernando III of Castile to the King muslim of Baeza, Al-Bayyasi.