Todos los sevillanos conocen y han visto alguna vez a ese monumento ciertamente llamativo que Eduardo Chillida creó y el Ayuntamiento de Sevilla tuvo a bien colocarlo en el Muelle de la Sal de nuestra orilla izquierda ribereña.
Lo que no todos sabemos es que este "Monumento a la Tolerancia" fue sufragado por la asociación sefardita (descendientes de judíos españoles) Sefarad para recordar la memoria de sus antepasados que vivieron en Sevilla, en Castilla y que fueron expulsados por los Reyes Católicos en aquel famoso edicto del 3 de Agosto de 1492 (el mismo día que Colón partió hacias las Indias).
También es un alegato por la tolerancia y la convivencia de todos los pueblos independientemente de sus creencias religiosas, tal como lo dice Elie Weisel en su discurso de Abril de 1992.
Weisel es un escritor húngaro de nacionalidad rumana superviviente de los campos de concentración nazis. Ha dedicado toda su vida a escribir y a hablar sobre los horrores del Holocausto, con la firme intención de evitar que se repita en el mundo una barbarie similar. Fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1986.
A la inauguración del monumento acudió el propio Elie Weisel, el presidente de Israel, Haim Herzog, el ex-alcalde Manuel del Valle quien impulsó el proyecto, el Alcalde Alejandro Rojas-Marcos quien lo terminó, el artista Eduardo Chillida y el Duque de Alba en el ejercicio de la presidencia de la Asociación sefardí Sefarad.