Hace ya algunas semanas, un amigo de esta casa, David García, nos solicitó cierta información sobre algún elemento de protección de las esuqinas de las calles (tiene varios nombre pero los más conocidos son guardacanto o cantonera de esquinas) y, a la vez, decorativo, que existía en una de las esquinas de la Calle Imperial y que él recordaba, vagamente, de su infancia.
Añadía que su recuerdo era de una imagen que le recordaba al demonio o algún personaje similar.
Creo, si no hemos buscado mal, que esta imagen de hoy es la que buscaba David en su memoria histórica. Espero que sea así y poder alegrarnos de ser útiles a quien, en la distancia, vive sus recuerdos de nuestra ciudad.
Este elemento está situado en la esquina de la Calle Imperial con la Calle Ensenada y en él se recuerda a Don Enrique Balbontín Ruiz, quien fue propietario de una gran fundición en Sevilla y otra en Milán y que fue padre de Don Alberto Balbontín Horta (en algún sitio lo he visto escrito sin hache, Orta), arquitecto municipal y Don Enrique Balbontín Horta quien fue alcalde de Sevilla en 1939 por unos meses.
A few weeks ago, a friend of this blog, David García, requested us certain information about some decorative or protection element that existed in one of the corners of the Imperial Street and that he reminded, vaguely, in his infancy.
It was adding that his recollection was of an demon image or similar.
I believe that this photo is which David was looking in his historical memory.
I hope yes and we are glad to be useful to whom, in the distance, lives through his recollections of our city.
This element is placed on the corner of Imperial Street and the Ensenada Street and in it, it is remembered to Mr. Enrique Balbontín Ruiz, who had a smelting in Seville and other one in Milan and who was the father of Mr. Alberto Balbontín Horta, municipal architect and Mr. Enrique Balbontín Horta who was a mayor of Seville in 1939 for a few months.
.
*Dedicado a David García quién, en su día, preguntó por este extraño demonio.
¡Muchas gracias Juan Manuel! Me has alegao la mañana. Por lo que veo, mi "satánico vecino" sigue sufriendo el mismo mal de antaño: las pintadas perennes... Cuando colocaron la señal de tráfico pensé que se habían ajustado demasiado a la esquina.
ResponderEliminar