Entrando en el patio principal del Hospital de la Caridad fundado por Don Miguel de Mañara, junto a la Sala de Contaduría, podemos ver esta declaración vital realizada por tan insigne benefactor.
En los ambientes cultos de Sevilla, donde destaca especialmente la figura de Don Miguel de Mañara Vicentelo de Leca, se instala con fuerza el tema de la muerte y de la vanidad humana, de hecho, entre los lienzos que decoran la iglesia del mismo Hospital de la Caridad (obras de Murillo y de Valdés Leal) muchos son alegorías de la muerte y la vanidad.
Precisamente en 1672, Miguel de Mañara publicó el Discurso de la Verdad. En él figura un soneto que resume a la perfección esa concepción de la vida. Como vemos en la foto superior, dice así:
Vive el rico en cuidados anegado,
Vive el pobre en miserias sumergido,
El monarca en lisonjas embebido,
Y a tristes penas el pastor atado,
En los triunfos el soldado congojado.
Vive el letrado a lo civil unido,
El sabio en providencias oprimido,
Vive el necio sin uso a lo criado,
El religioso vive con prisiones,
En el trabajo boga oficial fuerte,
Y de todos la muerte es acogida.
¿Y qué es morir? —dejarnos las pasiones.
¡Luego, el vivir es una amarga muerte!
¡Luego el morir es una dulce vida!
No hay comentarios:
Publicar un comentario