Como decíamos ayer, la zona del presbiterio está ligeramente elevada respecto al resto de la nave del templo y separada de ésta por un arco toral con decoración de tipo jerónimo y sobre la que se apoyan dos ángeles lampareros, uno en cada pilar del arco. Estos ángeles son obras de Bartolomé García de Santiago.
La pieza principal es el retablo mayor, sin embargo a esta pieza de gran valor se le va a acompañar en este espacio con otras no menos importantes de carácter pictórico o histórico.
1.- Muro del Evangelio. Presbiterio.
Sobre el muro del Evangelio del presbiterio encontramos un lienzo que representa "La muerte de Santa Paula" y fue realizado por Domingo Martínez en 1730.
Tanto ésta como la del muro de enfrente ("El embarque de Santa Paula hacia Oriente") son dos obras de grandes dimensiones que se encuentran a ambos lados del presbiterio de esta iglesia, donde fueron reintegrados en septiembre del 2008, tras un proceso de restauración que se prolongó durante dos años.
No son muchos los datos que conocemos sobre la vida de Domingo Martínez, pero sabemos que se formó en Sevilla, siendo uno de sus maestros Lucas Valdés, hijo de Valdés Leal. En 1714 se casó con Mariana de Espinosa con quien tuvo cinco hijos. estaba bien considerado dentro de la esfera local como prueban los encargos que recibió del arzobispo de Sevilla para realizar diferentes pinturas destinadas a la Catedral.
La estancia de la corte de Felipe V en Sevilla durante el periodo 1729-1733, le permitió entrar en contactó con los pintores franceses que estaban al servicio de la misma, como Jean Ranc y Louis-Michel van Loo. Esta influencia de la pintura francesa está presente en su obra, aunque su estilo es heredero directo del de Murillo. Fue el mismo Jean Ranc quien lo propuso a Felipe V como pintor de la corte cuando esta se trasladó de nuevo a Madrid. Sin embargo, Domingo Martínez no aceptó el ofrecimiento y permaneció en Sevilla.
Entre sus discípulos se encuentran Andrés de Rubira, Pedro Tortolero y Juan de Espinal, quien se casó en 1724 con su hija Juana Martínez y heredó el taller familiar, convirtiéndose en cierto sentido en su continuador.
2.- Muro de la Epístola. Presbiterio.
En los muros laterales del presbiterio también nos encontramos con sendos sepulcros de los Marqueses de Montemayor, sepulcros que anteriormente estaban en la zona central y que posteriormente fueron trasladados y ubicados en donde se encuentran en la actualidad.
En el muro del Evangelio se encuentran los sepulcros de Doña Isabel Enriquez y su hermano León Enríquez. En 1483 doña Isabel Enríquez, marquesa de Montemayor, viuda de don Juan, Condestable de Portugal, y amiga de la fundadora, promovió la edificación de la actual iglesia. Su historia está ligada a la propia iglesia. Doña Isabel Enríquez, biznieta de D. Enrique III de Castilla y del rey D. Fernando de Portugal, se convirtió en la inesperada bienhechora que ayudó al monasterio.
Estaba casada con D. Juan de Braganza, codestable de Portugal y Marqués de Montemayor. Vivía cerca del monasterio de Santa Paula y al quedar viuda, tenía todo su consuelo en el trato con la venerable priora y con sus monjas. Decidió en su duelo, que permanecería en Sevilla, que edificaría la iglesia y los coros que la comunidad estaba necesitando tanto y que este sería el panteón de su esposo y propio, al final de sus días.
En el muro de la Epístola se encuentra el sepulcro de su esposo don Juan de Braganza, Condestable de Portugal y Marqués de Montemayor.
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