En la fachada de la planta baja del nº 3 de la Calle Caballerizas podemos ver este azulejo.
Este retablo recoge el paso de palio de la Virgen de Gracia y Esperanza. Conmemora el tradicional paso de esta cofradía por la calle Caballerizas en la noche del Domingo de Ramos en su itinerario de regreso a la Parroquia de San Roque, con unos versos correspondientes al Pregón que en 1956 pronunciara Antonio Rodríguez Buzón.
Fue el mismo Antonio Rodríguez Buzón quien regaló poco después este azulejo al dueño de la casa, don José María Candau Corbacho, entonces Hermano Mayor del Amor.
Al fallecimiento de éste en los años setenta la casa permaneció unos años cerrada, incluso la Hermandad de San Roque quiso rescatar el azulejo, pero en 1985 fue rehabilitada por el matrimonio formado por José Luis Candau Rámila y María de la O Sánchez-Ibargüen Sanz, esta última camarera de la Virgen de Gracia y Esperanza.
Son colocados nuevos faroles y se limpia el retablo, que presenta la particularidad de ser el único que conocemos en Sevilla que reproduce un paso de palio.
A compás la cera llora
cuando viene de regreso,
quedando en el aire preso
todo el grito que le implora.
Su luz el rostro le dora
dibujándolo en sonrisas,
y al dejar Caballerizas
los blancos muros rozando,
una voz le va cantando
al son de los guardabrisas.
Y continua así:
Cuando sigue caminado
bajo estrellas cristalinas,
a compás las bambalinas
sin querer van redoblando;
también la va acompañando,
la luna clara, el lucero,
la oración del nazareno,
una saeta gitana,
y un repique de campana
sin que toque el campanero.
*La información sobre la historia del azulejo ha sido tomada de uno de los blogs más precisos que conozco sobre los retablos cerámicos de Sevilla, www.retabloceramico.net.
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