La portada principal de la iglesia de San Andrés se encuentra en la calle Daoiz como ya hemos indicado en el post anterior. Suele abrirse únicamente en momentos especiales, accediendose al templo habitualmente por la entrada que da a la Plaza de San Andrés.
La portada es de piedra desnuda y se supone original del siglo XIV cuando se ejecutó la obra que levantó el templo. El elemento principal de la portada es un arco apuntado (también llamado ojival) puede ser un buen ejemplo de arco gótico, un elemento arquitectónico utilizado a partir del siglo XIV que buscaba abrir más espacios en la verticalidad para que la luz penetrara mejor al templo además de ayudar a que se pudieran repartir mejor las cargas de los muros.
Son seis las arquivoltas que forman el conjunto del arco apuntado, todos muy simples excepto la última de ellas que, en forma en la parte exterior del arco un estilizado lienzo en forma de conjunto de diamantes de piedra.
A diferencia de otras iglesias de estilo gótico-mudéjar de Sevilla, la decoración del arco exterior no es la misma decoración que se nos muestra en la linea de imposta. Esta decoración, en este caso, es mucho más simple y lineal y está adornada con hojas de cinco pétalos.
Justo sobre el punto más alto del arco, y dentro del alfiz que enmarca el arco, nos encontramos una pequeña imagen, se trata de Dios Padre, sentado en el trono, bendiciendo con la mano derecha y apoyando la izquierda sobre un orbe.
A la izquierda del arco nos encontramos una pequeña estatua de un apóstol, posiblemente se trate de San Andrés, el titular de la iglesia. La pequeña estatua tiene su mirada frontal, su mano izquierda sostiene un libro y su mano derecha una cruz.
Existe un tercer hueco en forma de hornacina para una tercera estatua que no existe en la actualidad y se encuentra vacía.
Sobre el conjunto del arco ojival tenemos un tejaroz sobre canecillos típicos del románico en forma de león. Entre el dintel y el arco nos encontramos unas enjutas vacías de decoración que enmarcan la portada de entrada al templo y no le quitan protagonismo a ésta.
Sobre la portada existe un gran óculo que permite la iluminación natural interior. Existen otros dos laterales de menor tamaño. Esto nos indica que es un edificio compuesto por tres naves, siendo la central más ancha y más alta que las dos laterales.
Adentrándonos en el interior confirmamos esta distribución y, como no tiene crucero, podemos definir su planta como de tipo basilical.
A la izquierda de la entrada principal de la iglesia de San Andrés se colocó en 1990, y coincidiendo con el tercer aniversario de su muerte, una placa recordando que en este templo se encuentra la sepultura del gran pintor barroco sevillano Juan de Valdés Leal. Nacido de padre portugués y madre sevillana, Valdés Leal fue bautizado en la iglesia de San Esteban.
El 9 de octubre de 1690, hallándose enfermo, otorgó poder para testar a favor de su esposa, Isabel Carrasquilla, con quien tenía acordadas sus últimas voluntades.
Pedía ser enterrado en la iglesia de San Andrés, de la que era feligrés (vivió muy cerca, en la collación de San Martín), en la bóveda que en ella tenía la cofradía del Santísimo Sacramento, y dejaba por herederos universales a sus hijos legítimos, con las mandas acostumbradas.Fue enterrado el 15 de octubre según sus disposiciones.
A la derecha de la portada existe otra placa referida al escritor Fernando de Herrera, benefactor del templo, colocada en 1997 con motivo del cuarto centenario de su muerte.
Fernando de Herrera nació en 1534 y murió en 1597. Fue un escritor español del Siglo de Oro de la literatura española y fue apodado con el sobrenombre de "El Divino".
Hoy es conocido como poeta, pero en su época era más bien un humanista, un erudito, muy metido en las cuestiones de su época tanto literarias como religiosas, siendo la iglesia de San Andrés una de las instituciones benefactoras de sus acciones.
Fernando de Herrera fue un intelectual muy reconocido en su época y destacó por su ser autor de unas famosas "Anotaciones a la poesía de Garcilaso" (Sevilla, 1580), donde, entre otras cosas, puso de relieve el carácter de imitador de los clásicos en lengua romance de Garcilaso de la Vega y hace relación de los distintos géneros poéticos utilizados por él.
La plaza junto a la iglesia, aunque conocida como "plaza de San Andrés", en el callejero de Sevilla viene reflejada como "plaza Fernando de Herrera", en honor a este escritor sevillano.
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