Sevilla da para un tratado de turistas. Desde los que vienen por placer hasta los que se recorren el último rincón de nuestras iglesias mudéjares. Desde los que van de paso y permanecen sólo unas horas o pocos días hasta los que deciden quedarse entre nosotros. Desde el estudiante más humilde hasta el más jovial de los jubilados. A todos ellos vaya este merecido homenaje anónimo.
A todos, les estamos esperando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario