¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
viernes, 25 de enero de 2013
Los angelitos de la Cruz de Cerrajerías.
Entre las varias hermandades de gloria que tuvo Sevilla y que hoy no existen figura la Hermandad de Nuestra Señora de Regla y la Santísima Cruz que se extinguió en el siglo XIX.
Esta Hermandad tuvo su origen en un retablo público colocado en una la fachada de una casa de la Calle Sierpes, frontera al sitio llamado de la Cerrajería.
Esta Hermandad, fundada en el siglo XVII era muy modesta, con un origen casi callejero y estaba constituida básicamente por los vecinos del lugar en el que se le daba culto a las imágenes religiosas.
Cuentan los historiadores que, en mayo de 1671, con motivo de las fiestas en honor del Rey San Fernando se realizó una procesión en el sitio de la Cerrajería presidida por la imagen de Nuestra Señora de regla sobre un rico tabernáculo.
La Hermandad fue recogiendo los frutos de su labor y tomó cierto tamaño, de tal modo que decidió sustituir la cruz de madera a la que también daba culto por otra de mejor calidad y valor artístico.
Esta cruz se le encargó al rejero y relojero Sebastián Conde en 1692 una cruz de hierro a la que darían el nombre de Cruz de Cerrajerías.
Con el paso del tiempo, la Hermandad abandonó su labor religiosa y desapareció. Fue en 1918 cuando Santiago Montoto propuso el traslado de esta Santa Cruz de la Calle Sierpes al lugar donde hoy podemos verla en la Plaza de la Santa Cruz, aprovechando una remodelación llevada a acabo por el arquitecto Juan Talavera y Heredia.
La cruz está diseñada como una cruz farola de la que salen cuatro serpientes, que hacen referencia a la calle Sierpes, su primitivo lugar de emplazamiento, y sobre sus cabezas se apoyan unos angelitos que portan unos faroles forjados.
La imagen de estos cuatro angelitos es la que podemos ver en la entrada de hoy con un corte de pelo adecuada a las formas del siglo XVII.
Fuentes: Santiago Montoto y ABC (4/9/1954).
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Certainly an interesting and unusual cross.
ResponderEliminarFabulous, ornate iron work. Hope it receives a protective treatment to preserve it from more rust.
ResponderEliminarDónde se encuentran esos cerrajeros?
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