El anaquel derecho del monumento a Benito Mas y Prats tiene tres azulejos con sendas imágenes del pintor costumbrista García Ramos y dibujados por Enrique Orcel en la fábrica de Ramos Rejano.
A las rejas de la cárcel.
Susona.
¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
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