Los asientos de los bancos del monumentos son los más dañados y los elementos que más han sufrido las bondades del vandalismo y de los elementos meteorológicos.
Aún así podemos apreciar, al menos, tres escenas costumbristas de García Ramos.
¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
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