Atendiendo a un amable comentario de un amigo de este blog en la ciudad de Quito (Ecuador) hoy vamos a hacer referencia al célebre
NO8DO que aparece en el escudo de nuestra ciudad.
El escudo de Sevilla, que no es el que aparece en la imagen de arriba, nos muestra, sobre campo de plata, y sentado en un trono de oro al rey San Fernando vestido de púrpura y manto de armiño, coronado de oro, con una espada en la diestra y un mundo en la siniestra, acompañado de dos obispos vestidos, de plata y oro, con mitra y báculo, de oro. En punta el monograma "NO8DO" de oro. Todo bajo una corona ducal.
Sin embargo el célebre NO8DO está sustituyendo al escudo en muchos acontecimientos oficiales.
Pero, respecto a este simbólico emblema, hay que advertir la diferencia entre lo que en realidad es y lo que el vulgo ha querido que sea a lo largo de los tiempos.
De siempre nos han contado nuestros abuelos que el NO8DO proviene de la frase
"No-madeja-DO" teniendo al símbolo del medio como una madeja de lana.
La leyenda de este emblema es seguramente un jeroglífico creado por algún literato del Renacimiento.
La interpretación que le damos a su significado no posee ninguna argumentación rigurosa en la historia real o documental, pues en las mismas leyendas populares el lema tiene varias interpretaciones.
Por un lado se hace una supuesta referencia a la lealtad que mantuvo la ciudad a
Alfonso X el Sabio en la guerra contra su hijo Don Sancho en el siglo XIII.
Por otro lado se cree que fue una frase dicha por el
Rey San Fernando cuando conquistó Sevilla en relación a la ayuda que había recibido de la Virgen María.
Y por último existe otra teoría que relaciona este símbolo con el
nudo gordiano de Alejandro Magno, donde el "8" seria el mencionado nudo.
Pero esto son leyendas. La realidad es bien distinta. El origen hay que buscarlo en las sílabas iniciales de
"Nomen Domine", abreviación de "en el nombre de Dios".
Nomine domini, también aparece, en el lema del friso del cuerpo de campanas de la Giralda.
Lemas parecidos lo comparten otros escudos de armas de ciudades europeas desde la Edad Media como Londres: "Domine Dirige Nos".
De ese modo, la madeja no es más que un nudo de unión entre dos palabras latinas que hacen referencia a la obediencia debida de la ciudad a Dios.