¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
domingo, 5 de agosto de 2012
El monumento al puerto de Sevilla.
En la intersección entre la Avenida de la Raza y la Avenida de Moliní, justo delante de la entrada a las dependencias administrativas del puerto de Sevilla, existe una glorieta realizada en adoquines de piedra con una extraña escultura que simboliza la relación puerto-ciudad.
La escultura es obra del autor Ignacio Sancho Caparrini, el mismo que ha realizado el monumento "al maestro" que podemos ver en el parque del Alamillo.
La pieza, hecha en bronce y hierro, con una altura de más de 9 metros y 1.300 kg de peso, posee tres elementos diferenciales: barras verticales representando al río Guadalquivir, una figura femenina como alegoría de la ciudad de Sevilla y una figura masculina que representa al Puerto.
La pareja se muestra elevándose sobre las ondas sinuosas del río, como símbolo de la prosperidad, tanto cultural como comercial, que tradicionalmente ésta ha traído a la ciudad por medio del Puerto.
In the intersection between the Raza Avenue and the Avenue of Moliní, just in front of entry to the administrative dependences of the port of Seville, there is a roundabout made in cobbles of stone with a strange sculpture that symbolizes the relation port-city.
The sculpture is a work of the author Ignacio Sancho Caparrini, the same one who has built the monument "to the teacher" that we can see in the Alamillo´s park.
The piece done in bronze and iron, with a height of more than 9 meters and 1.300 kg of weight, possesses three differential elements: vertical bars representing to the river Guadalquivir, a feminine figure as allegory of the city of Seville and a masculine figure that represents to the Port.
The pair appears rising on the sinuous waves of the river, as symbol of the prosperity, both cultural and commercial, that traditionally has brought to the city thanks to the Port.
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