¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
viernes, 28 de agosto de 2009
Una casa en la Plaza de San Leandro.
En la esquina de la Calle Imperial con la Plaza de San Leandro podemos ver esta casa señorial con reminiscencias renacentistas. El pórtico de entrada es de granito con dos columnas simples que lo enmarcan.
El color terracota de la fachada nos recuerda a la tierra de la sabana africana mojada tras una intensa lluvia.
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On the corner of the Imperial Street with San Leandro's Square we can see this lordly house with Renaissance reminiscences.
The portico of entry is in granite with two simple columns that frame it.
The color terracotta of the front resembles us the land of the African sheet wetted after an intense rain.
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