La Calle Argote de Molina es comúnmente conocida como "La Cuesta del Bacalao". Como cualquiera de las calles del centro histórico de Sevilla tiene un tramo con estrecheces, pavimento de adoquines, casas altas que no dejan penetrar el sol y combinaciones de fachadas encaladas en blanco con fachadas con cierto colorido. Por la parte más cercana a la catedral, la calle se ensancha y permite el ajetreo de los turistas que van a vienen por la zona histórica y monumental de Sevilla.
¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
sábado, 22 de agosto de 2009
La Calle Argote de Molina.
La Calle Argote de Molina es comúnmente conocida como "La Cuesta del Bacalao". Como cualquiera de las calles del centro histórico de Sevilla tiene un tramo con estrecheces, pavimento de adoquines, casas altas que no dejan penetrar el sol y combinaciones de fachadas encaladas en blanco con fachadas con cierto colorido. Por la parte más cercana a la catedral, la calle se ensancha y permite el ajetreo de los turistas que van a vienen por la zona histórica y monumental de Sevilla.
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