En dos de las pilastras que sostienen la cúpula de San Ildefonso nos encontramos con dos pequeños retablos con las imágenes de la Inmaculada Concepción (a la derecha según se entra) y del Sagrado Corazón de Jesús (a la izquierda).
¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
jueves, 30 de enero de 2014
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