martes, 25 de septiembre de 2012

La cascada del Jardín Acuático.



Sevilla tuvo un papel muy destacado en la introducción y dispersión de las plantas latinoamericanas en el continente europeo, especialmente durante el siglo XVI.
Esta importación de especies botánicas se vuelve a producir con otro destino: la Expo92. Así, alrededor
de 21 países americanos participaron en la última gran aportación de diversidad vegetal a nuestra comunidad, contribuyendo con plantas pertenecientes a más de 600 especies, materializada en el que se denominó simbólicamente Programa Raíces por sus connotaciones históricas y botánicas .
En 2008, la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir y el Ayuntamiento de Sevilla, mediante Fondos de Financiación Europeos provenientes del Programa Leader+, pusieron en marcha la recuperación ambiental y reforestación de estos Jardines para su disfrute público. Así, durante 2 años, se han llevado a cabo tareas de limpieza, desbroce, eliminación de especies invasoras y colonizadoras, podas, reconstrucción de parterres, instalación de un nuevo sistema de riego y reposición de nuevas plantas americanas hasta superar la cifra de 350.


Entre ellas está, destacando por su importancia, el Jardín Acuático con sus plantas completamente acuáticas, anfibias o flotantes que se desarrollan a través de los parterres y canales de esta zona del Jardín Americano.
Y para disfrute de los niños, en este jardín podemos ver tres pequeñas cascadas de agua que, conjuntamente con la del Monte Gurugú en el Parque de María Luisa, son las únicas de Sevilla si la memoria no me falla.


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