En la cabecera de la nave de la Epístola nos vamos a encontrar un retablo de gran valor. Se trata del retablo de Santa Bárbara. Junto a él se encuentra la puerta por la que se accede a la sacristía.
El retablo de Santa Bárbara se le atribuye a Bernardo Simón de Pineda y ha servido de ejemplo al retablo principal de la nave del Evangelio, el de la Virgen de la Alegría. Tiene la misma estructura y destacan las columnas salomónicas de estilo barroco. Cuando en 1605 terminó de reedificarse la “nueva” iglesia de la Casa Hospital de la Misericordia, siguiendo las trazas suministradas por el arquitecto granadino y maestro mayor de la catedral hispalense Asensio de Maeda, los retablos que se habían consagrado en la antigua capilla a la Virgen de la Alegría y a santa Bárbara se trasladaron a este flamante templo. Se colocaron entonces en los testeros de sus dos naves laterales. Aprovechando la coyuntura de tal mudanza y su adaptación a este nuevo espacio, un equipo de artífices coordinados por el pintor portugués Vasco Pereira (1535-1609), en el que estaban integrados el escultor Juan Martínez Montañés (1568-1649) y los entalladores Vicente Hernández y Crisóstomo Antúnez, reformó en profundidad estos retablos.
En el centro del mismo se encuentra la imagen de Santa Bárbara, quien está acompañada por San Pedro y San Fernando en las calles laterales. En el ático tenemos una escena del martirio de Santa Bárbara. El altar sobre el que se apoya el retablo está recubierto por azulejos del siglo XVII.
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