32.- Teniente General Don Ramón Fajardo Izquierdo.
Lienzo en la sala sur.
Gobernó desde el 8 de noviembre de 1884 al 5 de marzo de 1886.
Don Ramón Fajardo e Izquierdo (Alicante, 18 de julio de 1826-Madrid, 26 de septiembre de 1888) fue un militar español, gobernador de Cuba y director general de la Guardia Civil.
Nació en Alicante el 18 de julio de 1826. Procedente del arma de infantería, estuvo presente en el sitio de Barcelona llevado a cabo por el general Antonio Van Halen en 1842. Combatió en la guerra de África, interviniendo en la batalla de los Castillejos. Destinado en Puerto Rico, retornó a la península en 1865. Tomó parte de la Gloriosa.
Destinado a Cuba, volvió en 1874 a la península. Combatió en la Tercera Guerra Carlista, participando en la toma de Monte Esquinza, ascendiendo en 1875 al rango de teniente general. En 1884 ejerció de director general de la Guardia Civil, cargo a cuyo cese le sucedieron los de capitán general de Puerto Rico y gobernador de Cuba. También fue senador por la provincia de Valencia en la legislatura 1884-1885. Falleció en la madrileña plaza de las Cortes el 26 de septiembre de 1888.
33.- Teniente General Don Emilio Calleja e Isasi.
Lienzo en la sala sur.
Gobernó desde el 30 de marzo de 1886 al 15 de julio de 1887.
Gobernó desde el 24 de septiembre de 1893 al 16 de abril de 1895.
Don Emilio Calleja Isasi (Burgos, 9 de mayo de 1830 – Guarnizo, 8 de septiembre de 1906) fue un militar y político español que ejerció la Capitanía General de Cuba en dos ocasiones.
Cuando Santo Domingo se reintegró a los dominios españoles participó como comandante en las campañas de pacificación de la isla, por cuyo desempeño fue distinguido como segundo al mando del batallón de infantería de marina.
En 1867 pasa a Puerto Rico como teniente coronel y obtiene el grado de coronel en 1869, año en que fue enviado a Cuba donde participa en la Guerra de los diez años durante los cuatro años que siguen hasta que regresa a España en 1873 donde es ascendido al grado de General de Brigada, y participa en las guerras carlistas al mando de López Domínguez, quienes ponen sitio la ciudad de Cartagena, la cual se rinde, y se destaca en la batalla de Minglanilla, hiriendo de gravedad al dirigente carlista Pascual Cucala, por cuyos méritos poco después es ascendido al grado de General de División.
Posteriormente es enviado nuevamente a Cuba con el nombramiento de segundo capitán general, sin embargo dura poco en este cargo pues es nuevamente llamado a la península y nombrado capitán general de Sevilla y de Castilla la Vieja. En 1886 vuelve a Cuba, pero esta vez como capitán general de la isla hasta 1887, año en que fue sustituido por Sabas Marín. Desde la Capitanía General en Cuba realiza una importante campaña de saneamiento de las finanzas de la isla y lleva a cabo importantes reformas en la administración.
En 1893 es nombrado nuevamente capitán general de la isla de Cuba hasta 1895 en que comenzada la guerra de la independencia cubana es relevado de su cargo, siendo nombrado para sustituirlo el general Arsenio Martínez Campos.
Finalizando su carrera militar inicia su participación en la política española. Es elegido senador por la provincia de Santa Clara para la legislatura 1884-1885 y senador por la provincia de Valladolid para la legislatura 1896-1898. En 1898 es elegido senador por la provincia de Puerto Príncipe (Cuba), pero al ser nombrado senador vitalicio, renuncia al cargo de senador electo y se mantiene como senador hasta su muerte.
34.- Teniente General Don Sabas Marín y González.
Lienzo en la sala sur.
Gobernó desde el 16 de julio de 1887 al 5 de marzo de 1889.
Sabas Marín entró en el ejército a muy temprana edad. Condecorado con la Cruz de San Fernando de primera clase, en su primer mandato de gobierno en Cuba luchó fuertemente contra la corrupción administrativa, a tal punto que a fin de hacer valer su autoridad en un acto de fuerza puso cerco a la aduana y ocupó militarmente el edificio.
En 1882 fue nombrado gobernador civil de la provincia de Santa Clara, en Cuba. En esa época contrajo matrimonio con Matilde de León y Gregorio, cubana oriunda de la ciudad de Trinidad, una criolla hija de Carlos de León y Navarrete, coronel de caballería de los ejércitos nacionales y administrador general de Correos y Caminos.
En 1889 fue sustituido de su cargo y en su lugar fue nombrado el general Manuel Salamanca y Negrete, hasta que en 1896, al ser relevado el general Arsenio Martínez Campos, volvió a ejercer interinamente el mando superior de la isla hasta la llegada del nuevo sucesor Valeriano Weyler, marqués de Tenerife y duque de Rubí. En 1891 fue nombrado senador por la provincia de Murcia.
35.- Teniente General Don Manuel de Salamanca y Negrete.
Lienzo en la sala sur.
Gobernó desde el 13 de marzo de 1889 al 6 de febrero de 1890.
Don Manuel de Salamanca Negrete (Burgos, 30 de mayo de 1831-La Habana, 6 de febrero de 1890) fue un militar y político español, hijo del conde de Campo Alange, Capitán general de Cuba entre 1889 y 1890.
En 1875, durante la tercera guerra carlista, fue nombrado comandante, general de división de la orilla derecha del Ebro y del Maestrazgo. Aprovechó rango y posición para establecer relaciones políticas en la zona. Una vez establecida la restauración borbónica, ingresó primero al Partido Constitucional y después en el Partido Liberal, con el que fue elegido diputado por el distrito electoral de Tortosa en las elecciones de 1876 y por el de Chelva en las elecciones de 1879 y de 1881. En el Congreso de los Diputados fue portavoz de los descontentos con la política del gobierno en la guerra de Cuba, y en la política local valenciana, apoyó a Enrique Villarroya Llorens contra Trinitario Ruiz Capdepón. En 1883 fue nombrado senador vitalicio y en 1889 Capitán general de Cuba. Falleció el 6 de febrero de 1890.
Su mandato como Capitán general de la isla fue muy criticado por el periodista Augusto Suárez de Figueroa, y uno de los hijos de Salamanca, indignado, mató en duelo a Figueroa en 1904. La prensa española de la época, cohibida y amedrentada, no dio mucha publicidad al suceso.
36.- Teniente General Don Camilo G. Polavieja y del Castillo.
Lienzo en la sala sur.
Gobernó desde el 22 de agosto de 1890 al 20 de junio de 1892.
Don Camilo García de Polavieja y del Castillo-Negrete (Madrid, 13 de julio de 1838- Madrid, 15 de enero de 1914) fue un militar y político español. Fue senador por la provincia de Santa Clara (Cuba) en 1896, siendo nombrado posteriormente senador vitalicio.
Tras una breve etapa mandando la 2.ª Brigada de Cataluña y desempeñando el gobierno militar de Gerona, fue destinado a la isla de Cuba, donde entró de lleno en la Guerra de los Diez Años. Durante 1877 combatió a los independentistas cubanos Pancho Jiménez y Antonio Maceo; se recompensó su proceder con la concesión de la Gran Cruz del Mérito Militar.
En 1878 obligó al brigadier rebelde Emiliano Sánchez a rendirse con 44 oficiales y toda su partida. El 17 de julio fue ascendido a mariscal de campo y nombrado comandante general y gobernador de la provincia de Puerto Príncipe.
El año siguiente fue nombrado gobernador de Santiago de Cuba. Puso fin además a la llamada «Guerra Chiquita», en la que Polavieja hizo especial énfasis en insistir en el «carácter negro» de las revueltas, intentando minimizar frente a la opinión pública el apoyo de los blancos al movimiento y haciendo del conflicto en la isla una supuesta «guerra de razas». Existe la versión de que la tajante actuación del general Polavieja impidió la pacificación de la región.
El 20 de agosto de 1890 fue nombrado gobernador general de Cuba, tras la dimisión de José Chinchilla. Nada más llegar procedió con la expulsión de la isla del líder independentista Antonio Maceo, al que acusó de racismo y de querer establecer una «república negra», declaraciones que han sido a su vez consideradas también como racistas. La visita de Maceo a Cuba fue imprevista, este incluso llegó a pasearse por la «Acera del Louvre» de La Habana, símbolo de las clases altas criollas de raza blanca en la isla y a tener una entrevista con el bandolero Manuel García Ponce, el «Rey de los campos», antes de ser deportado por Polavieja.
Durante su mandato como gobernador, Polavieja siguió una política de «mano dura», represiva, con la oposición al Partido Liberal de Cuba y una persecución del bandolerismo —al que relacionaba con los movimientos independentistas, y contra el que llevó a cabo una campaña que dio como resultado la captura de 164 «bandidos, cómplices y encubridores»—, los republicanos, el movimiento obrero, el protestantismo y la masonería; intentó recortar la libertad de prensa a la vez que influyó fuertemente en la Unión Constitucional —españolista—, de la que pretendió erigirse en «jefe natural».
Polavieja criticó el «oportunismo» de muchos autonomistas, aunque mostraba, sin embargo, cierta inclinación hacia un desarrollo futuro de la autonomía e independencia cubanas y ya en 1892 mostró una opinión crítica hacia el papel de España en las colonias, viendo también con temor el crecimiento de la influencia de los Estados Unidos en la región. Polavieja defendía una «separación amigable» de Cuba y España, previo paso de una etapa de mayor autonomía para la isla. Abandonó el cargo de gobernador el 20 de junio de 1892 —se dice que por la negativa del Gobierno a aceptar sus sugerencias autonomistas, aunque Polavieja alegó motivos de salud— el cual pasó a manos de Alejandro Rodríguez Arias
37.- Teniente General Don José Chinchilla y Díez de Oñate.
Lienzo en la sala sur.
Gobernó desde el 4 de abril de 1890 al 24 de agosto de 1890.
Don José Chinchilla y Diez de Oñate (Marbella, 20 de marzo de 1839-Madrid, 11 de marzo de 1899) fue un militar español, ministro, senador y gobernador de Cuba.
En 1857 acompañó a Cuba al general Serrano como ayudante, tomando parte en la campaña de Santo Domingo y alcanzando por sus méritos el grado de comandante. Se trasladó a México en 1862, donde intervino, bajo el mando del general Juan Prim en la expedición a México, provocada por la suspensión de pagos del gobierno de Benito Juárez.
Regresó a Madrid y en junio de 1866 participó contra la intentona revolucionaria encabezada desde el exilio por el general Juan Prim y conocida como Sublevación del Cuartel de San Gil, en la represión de la misma, estuvo junto al general Serrano de quien volvía a ser ayudante, su arrojo contra esta sublevación le valió el ascenso a teniente coronel.
Más tarde participó en la guerra de Cuba, siendo herido de gravedad el 4 de mayo de 1870, es recompensado con el empleo de brigadier. Entre 1874 y 1876 combatió en la Tercera Guerra Carlista se distinguió notablemente en la batalla de San Pedro Abanto, siendo ascendido a Mariscal de Campo.
En 1881 vuelve a Cuba para ser el comandante general de las Villas y segundo cabo de las islas, su carrera militar fue en ascenso primero a teniente general y más tarde se le nombró capitán general de Madrid y director general de la Guardia Civil.
En la legislatura de 1887-88 es elegido senador por la provincia de la Habana y el 11 de diciembre de 1888 fue nombrado Ministro de la Guerra en el gabinete presidido por Sagasta cargo que ejerció hasta el 21 de enero de 1890. Fue nombrado, el 25 de febrero de 1890, Gobernador general y Capitán general de la isla de Cuba y finalmente en la legislatura 1893-94 es nombrado senador vitalicio.
38.- Teniente General Don Alejandro Rodríguez Arias y Rodulfo .
Lienzo en la sala sur.
Gobernó desde el 5 de julio de 1892 al 15 de junio de 1893.
Rápidamente ascendió en escala militar por sus dotes de estrategia y mando. Durante la minoría de edad de Alfonso XIII, la reina madre regente, María Cristina de Habsburgo-Lorena, le llamó para designarle Ministro de la Guerra, cargo que Rodríguez-Arias rehusó, por lo que le nombró Capitán General y Gobernador de la isla de Cuba, la máxima autoridad y representación del gobierno y la corona en la antigua colonia española.
Al poco tiempo de tomar el mando, desbarató en pocos días la guerrilla del caudillo insurrecto Carlos Agüero García, al que hizo prisionero. Esta no era la primera vez que obtuvo una victoria contra una revuelta, ya que anteriormente, en el año 1861 había participado en una expedición contra una revuelta en Santo Domingo, en la cual su actuación fue considerada digna de una mención de honor.
Murió víctima de enfermedades tropicales en La Habana el 15 de junio de 1893.
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