El Pecata Mundi es un bar muy famoso, sobre todo entre los guiris que nos visitan a Sevilla.
Lo podemos visitar en el número 20 de la Calle Hermanos Álvarez Quintero, o sea, en pleno centro histórico cultural de nuestra ciudad.
Pero lo del bar es lo de menos, hoy me sirve de excusa para volver al recurrente tema de estos días de festividad de los difuntos (que no sé si también será festividad "para" los difuntos, allí donde estén).
El azulejo que podemos ver a la entrada del bar nos rememora el célebre "tempus fugit" que sirve para recordarnos la fugacidad de nuestras vidas.
Y claro, estando en Sevilla, qué mejor que ver pasar el tiempo con un vaso de vino en la mano y un amigo con quien arreglar el mundo en media hora de conversación. Eso es el Pecata Mundi.
Pues lo dicho, rediman los pecados de este mundo antes de fugarse a la otra vida para que no tengan que perder el tiempo en cualquier purgatorio donde no puedan disfrutar de una copa de manzanilla de Sanlúcar en la mano mientras le explican a San Pedro cómo arreglar lo de aquí abajo.
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