Como todos los años por esta fechas, junto al la Catedral y al Archivo de Indias podemos ver los expositores de las empresas belenistas que muestran sus géneros a los sevillanos.
¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"? Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
Como me gustó la exposición de Belenes el año pasado, espero verlo este año de nuevo, merece la pena, y disfrutamos como enanas mi hermana y yo.
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