Hablábamos en el post anterior de l Parque de los Príncipes. Hoy vamos a referirnos a uno de sus rincones, quizá el más infantil de todos, es la Glorieta de Viena.
En 1992, tras la Exposición Universal de 1992, el alcalde de Viena tuvo a bien regalar a nuestra ciudad con un parque infantil para disfrute de los más pequeños. El constorio sevillano recibió el regalo y lo colocó en el Parque de los Príncipes.
Desde aquel entonces a este rincón del parque se le denominó Glorieta de Viena en reconocimiento a tal magnánimo gesto austriaco.
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