Es el único punto verde del que puede disfrutar la Avenida de la Constitución.
Justo delante del magno edificio del Archivo de Indias, podemos disfrutar de la quietud y el tenue silencio de este espacio verde que da luz a la fachada renacentista (al estilo de Juan de Herrera) y quietud a su entorno, recordando que en su interior hay legajos desde el descubrimiento de América donde los estudiosos pasan las horas redescubriendo la historia del imperio español durante los siglos XV, XVI, XVII y XVIII.
Su fuente central, al que acude una paloma blanca para beber, aporta el frescor del agua al ambiente.
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