¿Acaso mentía el gran Silvio Fernández cuando decía que "Sevilla no tiene que demostrar que es la ciudad más bonita del mundo"?
Así es Sevilla, un lugar que enamora por sus rincones únicos, piedras antiguas y cantes hondos que se mezclan entre históricos palacios reales y soleadas alamedas, una ciudad que se mece sobre las plateadas aguas del Guadalquivir y es acunada por un cielo tan luminosamente azul que merece escribirle los versos más bellos del mundo.
domingo, 8 de mayo de 2011
Estatua de Miguel Mañara.
Monumento dedicado a Don Miguel Mañara, en el Jardín de la Caridad justo enfrente del Hospital que este venerable benefactor dirigió en el siglo XVII.
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